Según un artículo de la revista Nature Geoscience, los ciclones tropicales, huracanes y tifones, podrían experimetar una migración hacia el norte y sur de sus respectivos hemisferios a medida que el planeta siga sufriendo los efectos del calentamiento global.
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Tormentas tropicales como Alpha en 2020, primer ciclón tropical que se observó que tocó tierra en Portugal, y el huracán Henri, el cual tocó tierra en Connecticut, Estados Unidos, pueden ser un presagio de tales tormentas según los expertos.
'Esto representa un riesgo importante y subestimado de cambio climático', señaló Joshua Studholme, físico del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Facultad de Artes y Ciencias de Yale y uno de los autores colaboradores del sexto informe del Panel Intergubernamental de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
'Esta investigación predice que los ciclones tropicales del siglo XXI probablemente ocurrirán en un rango más amplio de latitudes de lo que ha sido el caso en la Tierra durante los últimos 3 millones de años', añadió Studholme.
Si bien el artículo menciona un aumento de los ciclones tropicales así como un presagio del cambio climático, aún queda mucho por aclarar acerca de su sensibilidad a los cambios de temperatura del planeta.
Asimismo, existen otros aspectos de la relación entre los ciclones tropicales y el clima que aún carecen de una teoría basada en la física, lo que ha provocado que no exista acuerdo entre los científicos sobre si el número total de tormentas aumentará o disminuirá a medida que el clima se calienta, o por qué el planeta experimenta aproximadamente 90 eventos de este tipo cada año.
Por lo general, los ciclones tropicales se forman en latitudes bajas que tienen acceso a aguas cálidas de los océanos tropicales y lejos del impacto cortante de las corrientes en chorro, las bandas de viento de oesta a este que rodean al planeta.
La rotación de la Tierra es un factor muy importante que hace que grupos de tormentas eléctricas se agrueguen y giren para formar los vórtices que se convierten en ciclones tropicales, aunque también es importante mencionar que existen otros mecanismos para la formación de huracanes.
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Preocupación por el calentamiento global
A medida que el clima del planeta se calienta, las diferencias de temperatura entre el ecuador y los polos disminuirán, lo que puede llegar a provocar un debilitamiento o incluso una división en la corriente en chorro, lo que abriría una ventana en las latitudes medias para que se formen e intensifiquen los ciclones tropicales.Para realizar el estudio, Studholme y sus colegas analizaron distintas simulaciones numéricas de climas cálidos del pasado distante de la Tierra, observaciones satelitales recientes y una variedad de proyecciones meteorológicas y climáticas, al igual que la física fundamental que rige la convención atmosférica y los vientos a escala planetaria.
Por ejemplo, las simulaciones de climas más cálidos durante el Eoceno (hace 56 a 34 millones de años) y el Plioceno (hace 5,3 a 2,6 ,illones de años) vieron como se formaban e intensificaban los ciclones tropicales en las latitudes más altas.
El nuevo estudio deriva sus conclusiones al examinar las conexiones entre la física de los huracanes en escalas demasiado pequeñas para ser representadas en los modelos climáticos actuales y la dinámica mejor simulada de las corrientes en chorro de la Tierra y la circulación de aire de norte a sur, conocidas como las células de Hadley.
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