Tras su arrolladora victoria en South Carolina, Hillary Clinton comenzó a apuntar sus baterías contra el líder de la contienda interna republicana, Donald Trump, en momentos en que Partido Demócrata busca una estrategia para enfrentar la naturaleza impredecible del multimillonario en una elección presidencial.
Conforme Clinton se acerca a las elecciones primarias que tendrán lugar en diversos estados durante el llamado Supermartes, los aliados de la ex secretaria de Estado, estrategas demócratas independientes y el mismo Partido Demócrata han comenzado a acumular posible munición sobre Trump, revisar montañas de documentos judiciales, solicitar a los gobiernos estatales información sobre los negocios del multimillonario y efectuar nuevas encuestas para tantear las posibles opciones ofensivas.
Entre las posibles opciones figuran cuestionar los méritos y temperamento de Trump para ser presidente, poner bajo la lupa sus prácticas empresariales y sus solicitudes de protección por bancarrota, así como retransmitir sus declaraciones virulentas sobre las mujeres y las minorías, sectores cruciales en el intento de los demócratas para ganar en noviembre.
'¿Es esta la persona a la que usted confiaría los códigos nucleares? ¿Es esta la persona en la que usted confiaría a su hijo o hija en el Ejército? ¿Es esta la persona en la que usted confiaría para que dirija la economía?', preguntó el gobernador Dan Malloy, de Connecticut, quien apoya a Clinton, al mencionar algunos posibles argumentos que podrían utilizar los demócratas.
Mientras celebraba la victoria sobre su contrincante demócrata, Bernie Sanders, en las elecciones primarias de South Carolina, Clinton arremetió directamente el sábado en la noche contra el mensaje de Trump y señaló a los simpatizantes que 'a pesar de lo que escuchen, no necesitamos que Estados Unidos vuelva a ser grande otra vez. Estados Unidos jamás ha dejado de ser grande'.
'Sin embargo, necesitamos restablecer la unidad en Estados Unidos. En lugar de levantar muros, necesitamos derribar barreras', agregó.
Aunque los líderes del Partido Republicano consideran que Clinton está en una posición favorable frente a Trump, advierten que el magnate de los bienes raíces ha mostrado un dominio de la prensa y capacidad para mantenerse a la ofensiva durante el proceso interno republicano.
Reconocen que Trump ha sabido explotar perfectamente la inseguridad económica entre el electorado.
'Es impredecible cualquier contienda en la que él participe', afirmó David Brock, simpatizante de Clinton que supervisa varias plataformas de apoyo de campaña para los demócratas. 'Cualquier estrategia que diseñemos hoy tendrá que ser muy flexible porque no sabemos qué nos espera frente a esta persona'.
Preocupa a los colaboradores y aliados de Clinton que el conjunto poco ortodoxo de electores blancos de clase obrera de Trump cambie la dinámica electoral de más estados —en particular en los del centro norte donde ningún partido es favorito como en Ohio y Wisconsin— si se hace una comparación con los aspirantes republicanos previos como Mitt Romney y John McCain.
También destacaron el gran número de electores que acudió a las elecciones primarias republicanas que ha ganado Trump.
