Washington, Estados Unidos.- Archivos desclasificados sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy (1961-1963) revelan que agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) participaron en el magnicidio que conmocionó al mundo en el siglo XX.
Los documentos relatan que un agente de inteligencia identificado como Gary Underhill, salió apresuradamente de Washington un día después de la muerte del presidente demócrata.
Por la noche, Underhill llegó a la casa de sus amistades en Nueva Jersey, mostrándose sumamente agitado.
“Una pequeña camarilla dentro de la CIA fue responsable del asesinato, y él temía por su vida y probablemente tendría que abandonar el país”, detalla el documento.
Seis meses después de aquel 22 de noviembre de 1963, fecha en la que le quitaron la vida a Kennedy, Underhill fue encontrado muerto. Medicina forense dictaminó su muerte como suicidio.
Según los documentos, los amigos de Underhill afirmaron que este se encontraba sobrio, pero muy conmocionado. Los amigos contaron que esta camarilla a la cual Underhill señala como los responsables del crimen “llevaban a cabo un lucativo negocio de tráfico de armas, narcóticos y otros tipos de contrabando, y manipulaba intrigas políticas para sus propios fines”.
Los amigos a quienes visitó Underhill dicen que estaba sobrio pero muy conmocionado. Estos dijeron que Underhill “atribuyó el asesinato de Kennedy a una camarilla de la CIA que llevaba a cabo un lucrativo negocio de tráfico de armas, narcóticos y otros tipos de contrabando, y manipulaba intrigas políticas para sus propios fines.
Los amigos de Underhill lo describieron como alguien objetivo y racional, por lo que en primera instancia dudaron de sus declaraciones. La razón principal habría sido porque “no podíamos creer que la CIA pudiera contener a un elemento corrupto, tan despiadado y más eficiente que la mafia”.
Por otro lado, los archivos señalan que Kennedy supuestamente se enteró de que “algo estaba pasando” pero no pudo denunciarlo a tiempo.
Hallazgos
“Extraño suicidio”
Los documentos detallan que Gary Underhill fue encontrado sin vida dentro de un automóvil. El hallazgo fue por parte de Asher Brynes, un colaborador de escritura de New Republic.
“Le habían disparado detrás del coche izquierdo y tenía una pistola automática en el costado izquierdo. ´Es extraño´, dice Brynes, porque Underhill era diestro”, agrega el documento.
Los archivos agregan que “Brynes cree que la pistola estaba equipada con un silenciador y los ocupantes del edificio de apartamentos no recordaban haber escuchado un disparo. Era evidente que Underhill llevaba muerto varios días”.
Desclasificación por orden de Trump
El presidente Donald Trump ordenó la desclasificación de documentos relacionados al magnicidio, anunciando que unos 80,000 archivos serían publicados.
Esta orden también busca hacer públicos los archivos federales que siguen clasificados acerca de los asesinatos del exfiscal general y exsenador Robert F. Kennedy en 1968 y del reverendo Martin Luther King Jr, asesinado en el mismo año.
La versión oficial que sostenido Estados Unidos a lo largo de las décadas es que el responsable del magnicidio fue únicamente Harvey Lee Oswald, quien el 22 de noviembre de 1963 disparó desde la ventana de un almacen de libros escolares hacia el cráneo de Kennedy, cuando este desplazaba junto a la comitiva presidencial por la plaza Dealey en Dallas, Texas.