Los californianos no terminan de aceptar que Donald Trump sea su nuevo mandatario y proponen algo sumamente radical: que su estado, donde Hillary Clinton alcanzó un holgado triunfo, se separe del resto del país.
Bajo el hashtag #Calexit, que recuerda el nombre con el que Gran Bretaña salió de la Unión Europea, “Brexit”, un grupo de personas quiere presentar en 2018 la propuesta de dejar de ser uno de los estados de Estados Unidos.
El movimiento busca que los californianos salgan a votar durante la primavera de 2019 en un referéndum si está o no a favor de la medida.
Los usuarios aseguran en miles de tweets que no soportan la idea de ser conducidos por Trump. 'Nunca más me referiré a mí como estadounidense, soy californiana', escribió una cibernauta enfurecida.
El poderío económico de California es suficiente como para autoabastecerse. Es la sexta economía más grande del mundo y su PIB supera ampliamente al de todos los países de América Latina. En junio pasado, se anunció que su volumen superó por primera vez a Francia. Su producto alcanzó los 2,46 billones de dólares en 2015, con un crecimiento de 4,1 por ciento ese año.
'California debería separarse. Somos el estado más rico del país. Somos lo suficientemente fuertes para ser nuestro propia nación', escribió Valerie, una votante de Clinton indignada por el resultado electoral.
