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Carlos Mesa desconoce triunfo de Evo, quien insta a demostrar el 'fraude'

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) proclamó el viernes ganador a Morales con 47,08% sobre 36,51% de Mesa, suficiente para su triunfo en primera vuelta

26.10.2019

LA PAZ, BOLIVIA.- Bolivia seguía sumida en una ola de protestas en rechazo a la reelección de Evo Morales en primera vuelta, resultado que el aspirante opositor Carlos Mesa desconoció este sábado al considerarlo un 'fraude'.

El centrista Mesa, que gobernó bolivia entre 2003 y 2005, leyó un documento ante periodistas para 'rechazar y desconocer el cierre del cómputo nacional de las elecciones generales y las consecuencias políticas y jurídicas del mismo por ser éste el resultado del fraude y el incumplimiento'.

Morales, que cumple este sábado 60 años, instó desde un cuartel militar antinarcóticos en el Chapare (centro), su cuna política, a quienes cuestionan su triunfo para un nuevo período 2020-2025 que demuestren el presunto fraude.

'No ocultamos, no mentimos. Menos pensar en fraude, y tampoco presentan pruebas. Todo es mentira y mentira', dijo, cuestionando a sus oponentes y a la comunidad internacional. 'Si hay fraude, al día siguiente convocamos a la segunda vuelta'.

Redoblan las protestas

Mesa dijo asimismo que las manifestaciones, que se desataron desde la misma noche de la elección, se intensificarán a partir del lunes.

Ya este sábado miles de personas continuaban manifestando en las calles de las principales ciudades bolivianas, con barricadas en las intersecciones viales obstruidas con banderas, cuerdas, automóviles atravesados en la vía u otros objetos, para impedir el tránsito vehicular y el desplazamiento de personas.

Las protestas en La Paz estaban localizadas principalmente en la zona sur donde están asentadas las residencias de las clases media y alta.

En el área urbana de Santa Cruz (este), pulmón del desarrollo boliviano, convertido en el centro neurálgico de la protestas, las personas abarrotaron este sábado los supermercados, que tienen horario restringido, para aprovisionarse, pues el comité cívico regional anunció que la huelga, iniciada el miércoles, se extenderá por tiempo indefinido.

En medio de las protestas de Santa Cruz, una turba quemó esta semana las oficinas regionales del TSE y del Servicio de Identificación, por lo que la Fiscalía regional libró detención domiciliaria contra 31 ciudadanos. Además 'están prohibidos de asistir a convocatorias de marchas y de usar redes sociales bajo la supervisión del (fiscal) asignado al caso'.

'Nos necesitamos entre todos, para luchar por la segunda vuelta y nuestra democracia', arengó desde su cuenta Twitter Luis Fernando Camacho, presidente del comité de derechas que lidera la protesta.

Un cabildo público en Sucre (este), capital de Bolivia, decidió el viernes llamar a un 'gran cabildo nacional' en La Paz, 'para cercar el palacio de Gobierno (donde despacha Morales)', informó el presidente del Comité Cívico de Chuquisaca, Rodrigo Echalar.

En países con importantes colonias bolivianas, como España y Perú, hubo manifestaciones frente a las legaciones diplomáticas de su país, con estribillos y pancartas que decían: 'Mi voto se respeta. No al fraude'.

Controversia electoral

Morales, que fue pastor de llamas en su infancia, se catapultó hasta la silla presidencial en 2006, acunado por un poderoso sindicato de productores de coca, del cual todavía es su líder, y logró esta semana un cuarto mandato motivo de amplia controversia interna y externa.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) proclamó el viernes ganador a Morales con 47,08% sobre 36,51% de Mesa, suficiente para su triunfo en primera vuelta.

Pero el TSE había anunciado la noche del domingo, tras un conteo preliminar de la elección, una tendencia que anticipaba un balotaje. Luego se mantuvo en silencio por unas 20 horas, para entonces anunciar, generando sopechas y suspicacias, resultados que avizoraban una victoria de Morales en primera vuelta.

El mandatario ya era blanco de cuestionamientos por desconocer el resultado de un referendo en 2017 que le negó la reelección, algo que luego dio lugar el Tribunal Constitucional argumentando que postularse era un derecho humano.

Además de la oposición boliviana, la ONU, la Unión Europea, Estados Unidos, y otros países cuestionaron los resultados e instaron a celebrar un balotaje.

Morales propuso entonces a la OEA realizar una auditoría del proceso, que su titular Luis Almagro aceptó.

'Hemos escuchado las posiciones de las cancillerías de #Colombia, #Argentina, #Brasil y #EEUU. Invito a esos y otros países a participar de la auditoría que hemos propuesto. Que se revisen todas las actas. Si a la conclusión del proceso se prueba el fraude, vamos a la 2da vuelta', tuiteó este sábado Morales.