MEDELLÍN, COLOMBIA.- En una medida polémica y cargada de simbolismo, la Casa Museo de Pablo Escobar en Medellín, Colombia, fue demolida el día de ayer lunes (10 de julio).
Este emblemático lugar, que una vez fue el hogar del infame narcotraficante, ha sido objeto de controversia durante años debido a su conexión con el pasado oscuro de la ciudad.
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Funcionarios de la Policía Metropolitana y de la Alcaldía de Medellín, llevaron a cabo ayer la demolición de la famosa casa del narcotraficante ubicada en la Loma del Indio, El Poblado, de esa capital antioqueña.
La residencia, en la que operaba un museo en honor al líder del Cartel de Medellín, fue derribada porque, supuestamente, no contaba con los permisos necesarios para su funcionamiento, edificación y apertura al público, y porque además, promovía el narcoturismo.
La decisión de demoler la Casa Museo se tomó como parte de los esfuerzos de la ciudad para borrar las huellas del narcotráfico y promover una imagen más positiva y segura para los residentes y visitantes de Medellín.
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Las autoridades locales argumentaron que la presencia de la Casa Museo solo recordaba el dolor y el sufrimiento causado por la violencia y el narcotráfico en la región.
La vivienda era propiedad de Roberto Escobar Gaviria, alias ‘El Osito’, hermano del difunto líder del Cártel de Medellín.
Narco museo era administrado por un familiar de Pablo Escobar
La Casa Museo de Pablo Escobar, antes de ser demolida, albergaba una colección de objetos y memorabilia relacionados con la vida del narcotraficante colombiano.
La visita a la casa permitía a los visitantes adentrarse en la historia y su legado por 25 dólares por persona.
Los encargados del tour mencionaban que dentro de la casa había vehículos, muebles caleta, piezas de aviones y helicópteros del capo, entre otros objetos; sumado a la historia del barrio que construyó y lleva el nombre del narco y otros relatos.
