Managua, Nicaragua
Un tribunal de justicia en Managua condenó este martes a 30 años de cárcel a un pastor y cuatro adeptos por quemar y matar a una mujer en un macabro ritual de exorcismo en una comunidad remota del Caribe nicaragüense.
El juez Alfredo Silva impuso la pena máxima de 30 años por el asesinato de Vilma Trujillo a Juan Rocha, sus hermanos Tomasa y Pedro Rocha, así como a Franklin Jarquín y Esneida Orozco.
Con excepción de Orozco, los procesados también fueron sentenciados a seis años de prisión por secuestro de la víctima, aunque el código penal de Nicaragua establece una pena máxima de 30 años.
La sentencia también contempla una multa equivalente a 522 dólares a cada uno de los condenados.
Los hechos ocurrieron el 21 de febrero en la comunidad El Cortezal, en la Región Autónoma del Caribe Norte (RAAN), donde el pastor Rocha y sus acompañantes realizaron un ritual para expulsar los demonios que, según ellos, tenían poseída a Trujillo.
La víctima fue llevada por Rocha a la capilla de la iglesia Visión Celestial, de las Asambleas de Dios, para supuestamente realizar un ayuno, pero fue retenida durante siete días, atada desnuda y sometida a tortura.
En el séptimo día de ayuno los condenados, impulsados por una supuesta revelación divina, hicieron una hoguera y lanzaron a Trujillo atada de manos, con el argumento de que así expulsarían el demonio que la poseía, indicó la denuncia de la fiscalía.
Familiares de Trujillo la rescataron y llevaron al hospital de la localidad de Rosita y luego a Managua, donde falleció en un hospital a causa de quemaduras, según los forenses.
El juez Silva consideró como un agravante el hecho que los condenados actuaron con alevosía, saña y abuso de confianza. Silva dictó su sentencia ocho días después que un jurado de conciencia encontró culpable de los delitos imputados a los procesados.
El pastor Rocha y sus cómplices oyeron la sentencia sin mostrar ninguna reacción y se negaron a hablar con la prensa antes de ser retirados del local. La defensa de los procesados anunció que apelará la sentencia.
El veredicto de culpabilidad del jurado de conciencia es inapelable, según la legislación local.
Un tribunal de justicia en Managua condenó este martes a 30 años de cárcel a un pastor y cuatro adeptos por quemar y matar a una mujer en un macabro ritual de exorcismo en una comunidad remota del Caribe nicaragüense.
El juez Alfredo Silva impuso la pena máxima de 30 años por el asesinato de Vilma Trujillo a Juan Rocha, sus hermanos Tomasa y Pedro Rocha, así como a Franklin Jarquín y Esneida Orozco.
Con excepción de Orozco, los procesados también fueron sentenciados a seis años de prisión por secuestro de la víctima, aunque el código penal de Nicaragua establece una pena máxima de 30 años.
La sentencia también contempla una multa equivalente a 522 dólares a cada uno de los condenados.
Los hechos ocurrieron el 21 de febrero en la comunidad El Cortezal, en la Región Autónoma del Caribe Norte (RAAN), donde el pastor Rocha y sus acompañantes realizaron un ritual para expulsar los demonios que, según ellos, tenían poseída a Trujillo.
La víctima fue llevada por Rocha a la capilla de la iglesia Visión Celestial, de las Asambleas de Dios, para supuestamente realizar un ayuno, pero fue retenida durante siete días, atada desnuda y sometida a tortura.
En el séptimo día de ayuno los condenados, impulsados por una supuesta revelación divina, hicieron una hoguera y lanzaron a Trujillo atada de manos, con el argumento de que así expulsarían el demonio que la poseía, indicó la denuncia de la fiscalía.
Familiares de Trujillo la rescataron y llevaron al hospital de la localidad de Rosita y luego a Managua, donde falleció en un hospital a causa de quemaduras, según los forenses.
El juez Silva consideró como un agravante el hecho que los condenados actuaron con alevosía, saña y abuso de confianza. Silva dictó su sentencia ocho días después que un jurado de conciencia encontró culpable de los delitos imputados a los procesados.
El pastor Rocha y sus cómplices oyeron la sentencia sin mostrar ninguna reacción y se negaron a hablar con la prensa antes de ser retirados del local. La defensa de los procesados anunció que apelará la sentencia.
El veredicto de culpabilidad del jurado de conciencia es inapelable, según la legislación local.