KIEV, UCRANIA.- Los rusos mataron, torturaron y secuestraron ucranianos de un modo sistemático que puede implicar a toda la cadena de mando, indicó una responsable estadounidense el lunes, coincidiendo con el hallazgo de cuatro centros de tortura en la ciudad liberada de Jersón.
De su lado, Moscú acusó a las fuerzas ucranianas de practicar ejecuciones sumarias contra prisioneros de guerra después de la difusión de videos que parecen mostrar soldados rusos muertos tras rendirse.
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Las acusaciones de exacciones entre ambos bandos se solaparon con la preocupación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la vida de millones de ucranianos ante la llegada del invierno.
Rusia bombardeó en las últimas semanas las instalaciones energéticas de Ucrania, dejando a millones de hogares sin electricidad coincidiendo con las primeras nevadas.
Los daños “ya están teniendo unos efectos letales en el sistema sanitario y en la salud de la gente”, declaró Hans Kluge, director regional de la OMS para Europa.
Este invierno representará “una amenaza para la vida de millones de personas en Ucrania”, advirtió.
El director regional precisó que hasta tres millones de personas podrán verse obligadas a dejar sus hogares en busca de seguridad y calor.
“Tendrán que enfrentar desafíos sanitarios, incluyendo infecciones respiratorias como el covid-19, la neumonía, la gripe”, avisó. Además, habrá un “grave riesgo de difteria y sarampión para una población insuficientemente vacunada”.
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La recientemente liberada ciudad de Jersón, en el sur, se vio especialmente afectada por estos cortes de luz y sus habitantes recibieron permiso para trasladarse a otras regiones.
“Sitios de tortura”
En esa ciudad, la única capital regional que habían llegado a conquistar los rusos en esta guerra, la fiscalía anunció el descubrimiento de “sitios de tortura” en “cuatro edificios”.
En ellos, hay “centros de detención provisionales” de antes de la guerra, “donde, durante la toma de la ciudad, los ocupantes detuvieron ilegalmente a personas y las torturaron brutalmente”, señaló la fiscalía.
Jersón fue la primera ciudad en caer en manos rusas tras la invasión el 24 de febrero, pero los ucranianos la recuperaron el 11 de noviembre, en el último gran revés de la ofensiva del presidente ruso Vladimir Putin.
Los investigadores incautaron “trozos de porras de caucho, un bate de madera, un aparato utilizado por los ocupantes para electrocutar a civiles”, indicó la fiscalía.
La semana pasada, el defensor del pueblo ucraniano, Dmytro Lubinets, dijo que las tropas rusas eran responsables de torturas “horribles” en Jersón y las acusó de detener y asesinar a decenas de personas.
Desde Washington, la responsable de justicia penal internacional en el Departamento de Estado, Beth Van Schaack, denunció “crímenes de guerra sistemáticos” en las zonas ucranianas ocupadas por Rusia.
Las pruebas demuestran que ha habido ataques “deliberados, indiscriminados y desproporcionados” contra la población civil, abusos durante la custodia de civiles y prisioneros de guerra, traslado forzoso de ciudadanos ucranianos, incluidos niños, a Rusia, asesinatos semejantes a ejecuciones y violencia sexual, enumeró a los periodistas.
“Cuando constatas estos actos sistemáticos, incluida la creación de una vasta red de desplazamientos forzosos, es muy difícil imaginar cómo estos crímenes podrían cometerse sin una responsabilidad en toda la cadena de mando”, afirmó.
“Castigar”
Pero el Kremlin también lanzó acusaciones de crímenes de guerra hacia Kiev y prometió “castigar” a los responsables de la supuesta ejecución de más de una decena de soldados rusos en Ucrania.
Las acusaciones se basan en unos videos en los que se ve a una decena de soldados saliendo de un cobertizo con las manos en alto y tumbándose boca abajo en el suelo, apuntados por tropas aparentemente ucranianas.
La grabación se interrumpe bruscamente cuando sale otra persona del cobertizo y parece disparar. Otro video grabado con dron muestra el mismo lugar con una decena de cuerpos en el suelo en medio de charcos de sangre.
Según el Consejo de Derechos Humanos de Rusia, los hechos tuvieron lugar en Makiivka, una localidad en la región oriental de Lugansk, que los ucranianos dijeron haber reconquistado la semana pasada.
“Por supuesto, Rusia buscará a los autores de este crimen. Deben ser encontrados y castigados”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Sin embargo, el defensor del pueblo ucraniano, Lubinets, dijo que los rusos simularon rendirse y abrieron fuego, con lo que “no pueden entonces ser considerados como prisioneros de guerra”.