Los Ángeles, Estados Unidos.- Bryan Freedman, uno de los abogados de los hermanos Erik y Lyle Menéndez, espera que la audiencia de este lunes, que podría allanar el camino hacia su libertad, sea el “inicio de un buen proceso con buenos resultados”.
La sesión abordará la petición de 2023 de los hermanos de un recurso de hábeas corpus, que afirma que sus condenas y sentencias de prisión por el asesinato en 1989 de sus padres, José y Kitty Menéndez, son inconstitucionales tras existir pruebas recientemente descubiertas de que ambos fueron víctimas de abuso sexual infantil por parte de su padre.
“Esperamos que sea un buen día”, dijo el letrado a miembros de la prensa antes de entrar a la corte de Van Nuys en Los Ángeles, en la que se espera que comparezcan de forma virtual Erik y Lyle Menéndez, sentenciados en 1996 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
La popularidad del caso tras el éxito de una serie sobre lo sucedido generó que el tribunal anunciara días antes que este lunes habría 16 asientos disponibles para el público interesado en presenciar la primera audiencia en casi tres décadas y que estos serían sorteados por medio de una lotería.
Entre los más entusiastas estaba Nick Bonanno, un compañero de escuela de Erik quien llegó a las 04:00 hora local con la intención de recibir uno de los boletos.
“Fui a la escuela con Erik. Es más una situación personal, conozco a su tía Marta. Para mí era una situación más de apoyo, aunque no quede seleccionado”, expresó a EFE antes de saber que no había tenido suerte.
El hombre, quien asegura que Erik era un joven “talentoso que iluminaba el cuarto con su sonrisa”, espera que este lunes se lleve a cabo el papeleo adecuado y que se dicte una fecha para que sean liberados.
“Es momento de sanar. Siempre he mantenido que son inocentes, me sorprende que esto haya tomado tanto” tiempo, ahondó Bonanno, quien guarda en su cartera una foto del menor de los hermanos.
Por su parte, Elena Gordon, que consiguió una entrada, llegó alrededor de las 07:20 hora local motivada por “presenciar parte de la historia local sobre un caso relacionado a un crimen tristemente famoso”.
Gordon, que tenía 11 años cuando los hermanos afrontaron el primer juicio televisado en vivo a través de Court TV, espera que tengan la oportunidad de tener una sentencia más justa.
Los hermanos fueron hallados culpables en un segundo juicio del asesinato de Kitty y José Menéndez en su casa de Beverly Hills el 20 de agosto de 1989, en un controvertido caso en el que los jóvenes denunciaron haber sufrido abusos sexuales por su padre.
Inicialmente, Erik y Lyle afirmaron a la Policía que encontraron los cuerpos sin vida de sus padres tras haber pasado la tarde fuera de casa, pero levantaron sospechas cuando comenzaron una vida de excesos tras acceder a la fortuna de su padre.
Después de 35 años de prisión, los hermanos recobraron la atención pública debido a la exitosa serie de Netflix ‘Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez’, a la que se sumó un documental y el revuelo de una nueva generación que mira con otros ojos a los que antes fueron vistos como asesinos despiadados.