Ciudad México, México
Las autoridades de México deportaron a 106,117 personas de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua entre enero y octubre, una baja de 20.6% respecto al mismo período de 2015, informó este miércoles la Dirección de Migración de Guatemala.
Durante los primeros diez meses del año, 45.459 guatemaltecos, 38.119 hondureños, 21.565 salvadoreños y 974 nicaragüenses fueron expulsados de México por vía terrestre, según el informe de la Dirección General de Migración de Guatemala.
La cifra es menor a los 133,621 centroamericanos deportados en el mismo período de 2015 desde México y a través de la frontera con Guatemala, una cantidad que se eleva a 158.789 si se considera todo el año pasado. En 2014 se contabilizaron 114.009 deportaciones, señaló la dirección.
Unos 200.000 extranjeros indocumentados, en su mayoría centroamericanos, ingresan cada año en territorio mexicano, en su camino hacia Estados Unidos, según cifras oficiales de México.
Algunos de ellos pagan a traficantes conocidos como 'polleros' o 'coyotes' para que los guíen en su ruta clandestina. Muchos son víctimas de robo, extorsión, secuestro y asesinato por parte del crimen organizado, así como de abusos por parte de las autoridades.
Diálogo
El gobierno de México discutirá con el equipo del presidente electo de Estados Unidos Donald Trump la posible expulsión en masa de migrantes indocumentados, informó este lunes el vocero presidencial.
En rueda de prensa, el vocero Eduardo Sánchez explicó que México está pendiente del número de mexicanos que podrían ser expulsados por Trump, quien en una entrevista televisiva dijo que cuando asuma la presidencia empezará a deportar o encarcelar hasta a tres millones de indocumentados con antecedentes penales.
'Este y otros temas formarán parte de la agenda que México pondrá sobre la mesa en las reuniones bilaterales que se lleven a cabo con el gobierno del presidente electo Donald Trump', dijo Sánchez.
Se espera que Trump y Peña Nieto se encuentren, probablemente antes de que el republicano asuma la presidencia el 20 de enero, para abordar temas de la agenda bilateral.
El 31 de agosto, el presidente mexicano recibió al entonces candidato republicano en un encuentro que fue duramente criticado.
Por otro lado, sobre las afirmaciones de Trump de la necesidad de que un muro en ciertas zonas de la frontera común, Sánchez reiteró la postura del gobierno mexicano, que rechaza pagar la construcción como exigió el republicano durante la campaña.
Sánchez también explicó que Peña Nieto ha girado instrucciones a todos los ministerios para analizar las áreas en las 'que se pudieran presentar contingencias o en cuáles habría oportunidades' en caso de una deportación masiva de mexicanos.
La cancillería lanzará por lo pronto una campaña a través de su red de consulados en Estados Unidos para dar 'información' y 'protección' a los mexicanos que viven allí.
La canciller Claudia Ruiz Massieu se reunió el sábado con funcionarios para analizar los resultados de las elecciones en Estados Unidos y pedir a los cónsules que transmitan a los mexicanos mensajes de tranquilidad y que les adviertan de no caer en provocaciones o posibles fraudes migratorios.
México se mantiene alerta sobre las posibles consecuencias que la presidencia de Trump podría tener tanto en el libre comercio como en los derechos de los migrantes mexicanos, dos de los puntos que el republicano abordó durante su campaña con agresivas propuestas.
Por lo pronto, Peña Nieto sostuvo una conversación telefónica con el presidente estadounidense Barack Obama, con quien discutió sobre migración y la relación bilateral entre ambos países, entre otros temas, informó la Casa Blanca.
Obama 'expresó que Estados Unidos valora y depende de la relación y la colaboración con México', mientras que Peña Nieto 'elogió' al estadounidense por 'ser un amigo fiel del pueblo mexicano y un asociado comprometido'.
Las autoridades de México deportaron a 106,117 personas de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua entre enero y octubre, una baja de 20.6% respecto al mismo período de 2015, informó este miércoles la Dirección de Migración de Guatemala.
Durante los primeros diez meses del año, 45.459 guatemaltecos, 38.119 hondureños, 21.565 salvadoreños y 974 nicaragüenses fueron expulsados de México por vía terrestre, según el informe de la Dirección General de Migración de Guatemala.
La cifra es menor a los 133,621 centroamericanos deportados en el mismo período de 2015 desde México y a través de la frontera con Guatemala, una cantidad que se eleva a 158.789 si se considera todo el año pasado. En 2014 se contabilizaron 114.009 deportaciones, señaló la dirección.
Unos 200.000 extranjeros indocumentados, en su mayoría centroamericanos, ingresan cada año en territorio mexicano, en su camino hacia Estados Unidos, según cifras oficiales de México.
Algunos de ellos pagan a traficantes conocidos como 'polleros' o 'coyotes' para que los guíen en su ruta clandestina. Muchos son víctimas de robo, extorsión, secuestro y asesinato por parte del crimen organizado, así como de abusos por parte de las autoridades.
Diálogo
El gobierno de México discutirá con el equipo del presidente electo de Estados Unidos Donald Trump la posible expulsión en masa de migrantes indocumentados, informó este lunes el vocero presidencial.
En rueda de prensa, el vocero Eduardo Sánchez explicó que México está pendiente del número de mexicanos que podrían ser expulsados por Trump, quien en una entrevista televisiva dijo que cuando asuma la presidencia empezará a deportar o encarcelar hasta a tres millones de indocumentados con antecedentes penales.
'Este y otros temas formarán parte de la agenda que México pondrá sobre la mesa en las reuniones bilaterales que se lleven a cabo con el gobierno del presidente electo Donald Trump', dijo Sánchez.
Se espera que Trump y Peña Nieto se encuentren, probablemente antes de que el republicano asuma la presidencia el 20 de enero, para abordar temas de la agenda bilateral.
El 31 de agosto, el presidente mexicano recibió al entonces candidato republicano en un encuentro que fue duramente criticado.
Por otro lado, sobre las afirmaciones de Trump de la necesidad de que un muro en ciertas zonas de la frontera común, Sánchez reiteró la postura del gobierno mexicano, que rechaza pagar la construcción como exigió el republicano durante la campaña.
Sánchez también explicó que Peña Nieto ha girado instrucciones a todos los ministerios para analizar las áreas en las 'que se pudieran presentar contingencias o en cuáles habría oportunidades' en caso de una deportación masiva de mexicanos.
La cancillería lanzará por lo pronto una campaña a través de su red de consulados en Estados Unidos para dar 'información' y 'protección' a los mexicanos que viven allí.
La canciller Claudia Ruiz Massieu se reunió el sábado con funcionarios para analizar los resultados de las elecciones en Estados Unidos y pedir a los cónsules que transmitan a los mexicanos mensajes de tranquilidad y que les adviertan de no caer en provocaciones o posibles fraudes migratorios.
México se mantiene alerta sobre las posibles consecuencias que la presidencia de Trump podría tener tanto en el libre comercio como en los derechos de los migrantes mexicanos, dos de los puntos que el republicano abordó durante su campaña con agresivas propuestas.
Por lo pronto, Peña Nieto sostuvo una conversación telefónica con el presidente estadounidense Barack Obama, con quien discutió sobre migración y la relación bilateral entre ambos países, entre otros temas, informó la Casa Blanca.
Obama 'expresó que Estados Unidos valora y depende de la relación y la colaboración con México', mientras que Peña Nieto 'elogió' al estadounidense por 'ser un amigo fiel del pueblo mexicano y un asociado comprometido'.