Trump dijo que necesitaría más tiempo para estudiar el plan, pero también declaró que no prevé otra parálisis en el gobierno para este fin de semana, cuando se termina la financiación para algunas partes del gobierno.
El mandatario dejó entrever que tenía pensado buscar dólares adicionales para el muro en otras arcas federales a fin de cumplir con el compromiso más emblemático de su campaña presidencial.
“No puedo decir que esté feliz, tampoco que estoy emocionado”, declaró Trump en referencia al acuerdo propuesto. “Pero el muro será construido de todas formas. No importa, porque estamos haciendo otras cosas además de la que estamos hablando aquí”.
Aceptar el acuerdo, elaborado por negociadores del Congreso de ambos partidos, sería un chasco para un presidente que ha reiterado necesitar 5,700 millones de dólares para una barrera en la frontera de Estados Unidos con México, con el argumento de que el proyecto es crucial para la seguridad nacional.
Cuando Trump rechazó un acuerdo similar en diciembre sobrevino el cierre parcial durante 35 días que dejó a cientos de miles de empleados federales sin paga y a los republicanos pagando las consecuencias. En Washington no desean que se repita la historia.
El pacto acordado por los legisladores el lunes por la noche concedería casi 1.400 millones de dólares para barreras fronterizas y mantendría el financiamiento del gobierno para el resto del año fiscal, que concluye el 30 de septiembre.
El acuerdo permitiría la construcción de 88 kilómetros (55 millas) de vallas nuevas —con el diseño de barras planas de metal—, mucho menos de los 345 kilómetros (215 millas) exigidos por la Casa Blanca en diciembre. Las vallas serían construidas en el Valle del Río Grande en Texas.
No se prevé que los detalles completos sean difundidos antes del miércoles debido al trabajo de los legisladores para traducir su acuerdo verbal en un proyecto de ley. Sin embargo, los líderes republicanos solicitaron a Trump que lo firme.
“Espero que promulgue la iniciativa”, dijo el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, que junto con otros líderes republicanos busca convencer de que es un acuerdo necesario que representa una importante concesión de los demócratas.
El presidente de la Comisión de Asignaciones Presupuestarias, el republicano Richard Shelby, manifestó su optimismo de que Trump acepte el acuerdo.
“Creemos con base a nuestras negociaciones con ellos y la libertad que nos han dado, que lo apoyarán”, afirmó. “En verdad lo esperamos”.
Otros fueron menos optimistas. El senador republicano John Cornyn, de Texas, que acompañó al presidente a un acto político el lunes en la noche en ese estado, dijo: “Mi impresión cuando volamos de regreso con él desde El Paso la noche pasada es que él cree que se trata de avena muy aguada”.