Washington, Estados Unidos.- Además de sus estrictas medidas migratorias, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado fuertes acciones contra las personas no binarias y transgénero.
En sus primeros días de gobierno, Trump ha mantenido una agenda bastante apretada. Ha firmado más de 100 órdenes ejecutivas, directivas que el presidente puede dar a agencias y departamentos federales sin necesidad de consultar al Congreso.
Varias de las primeras órdenes ejecutivas están vinculadas a los derechos de la comunidad LGTBIQ+, entre ellas, la decisión de que el país solo reconocerá dos géneros: femenino y masculino.
Desde un inicio, Trump fue contundente, y hoy sus promesas se han materializado en hechos. Una de las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente prohíbe que las mujeres transgénero cumplan su condena en cárceles de mujeres.
Esta orden obligará a las prisioneras transgénero a cumplir su condena en cárceles de hombres o a detener los tratamientos médicos relacionados con su transición.
La directiva también se aplica a las personas detenidas en instalaciones de inmigración y es una de las disposiciones más concretas de la orden, titulada “Defendiendo a las Mujeres del Extremismo de la Ideología de Género y Restaurando la Verdad Biológica al Gobierno Federal”.
Durante su primer mandato, Trump adoptó medidas similares, pero ahora su nueva política tiene un alcance mucho más alto.
The New York Times
¿Qué dicen los defensores de derechos humanos?
Las organizaciones defensoras de derechos humanos han expresado su desacuerdo con la decisión y han condenado la orden, argumentando que solo pone en riesgo la seguridad y la salud de las personas transgénero en prisión.
Shannon Minter, directora legal del National Center for Lesbian Rights, advirtió que esta política incrementará los casos de abuso sexual y agresiones físicas.
Mientras que los profesionales del derecho han advertido que la orden podría enfrentar impugnaciones judiciales, como sucedió con su intento de eliminar la ciudadanía por nacimiento.
Actualmente, alrededor de 1,500 mujeres transgénero se encuentran en prisiones federales, según el Buró de Prisiones, aunque es una porción pequeña en comparación con las 144,000 reclusas.
En el caso de los hombres transgénero, son 750 los que serían afectados de aprobarse esta orden ejecutiva de Trump.
Además de las disposiciones relacionadas con el alojamiento, la orden ejecutiva también prohíbe el uso de fondos federales para tratamientos médicos relacionados con la transición de género, incluyendo terapia hormonal y procedimientos quirúrgicos.