MANAGUA, NICARAGUA.- Al menos dos heridos de bala dejó este sábado un ataque contra una manifestación opositora que había logrado sortear los intentos de cientos de antimotines de bloquear su marcha por varios barrios de Managua, dijeron testigos.
Hombres vestidos de civil a bordo de motocicletas dispararon sorpresivamente a los manifestantes cuando atravesaron el barrio Ducualí, al este de la capital, hiriendo a una mujer de 32 años y a un hombre de 57.
'Eran tres motorizados que comenzaron a disparar', relató a periodistas un joven con el rostro cubierto con una camisa roja, que trató con otros manifestantes de dar alcance a los armados antes de que se fugaron en sus motocicletas.
La mujer recibió un tiro en la pierna y otra bala pasó rozando el abdomen del hombre, relató.
Pese al incidente, los manifestantes continuaron su marcha gritando '¡Libertad!', exigiendo la excarcelación de cientos de 'presos políticos' y la salida del gobierno de Ortega, en el poder desde el 2007.
Bautizada como 'Juntos somos patria' y convocada por grupos que se oponen al gobierno, la protesta tenía previsto salir de la simbólica rotonda Jean Paul Genie, al sur de Managua, pero la presencia de antimotines se lo impidió.
Entonces los manifestantes optaron por concentrarse en otra rotonda, donde lograron arrancar la caminata a pesar, también, de la fuerte presencia policíal.
Más adelante, un cordón de antimotines fuertemente armados les cerró el paso hacia el centro de la ciudad, por lo que los opositores desviaron su ruta hacia los barrios del este de Managua, observó AFP.
'¡Que se rinda tu madre!', le gritaron molestos los manifestantes a los antimotines que los observaban en silencio detrás de sus escudos.
'Nos están impidiendo el paso', dijo a la AFP Abraham García, un adolescente que, dijo, se sumó a las protestas en solidaridad con los estudiantes que han caído presos, por quienes asegura no dará 'ni un paso atrás' en su lucha.
Los nicaragüenses llevan casi cinco meses manifestándose contra el gobierno pese a la represión, que ha dejado más de 320 muertos, 2.000 heridos, más de 300 detenidos por participar en las marchas y al menos 400 médicos y maestros despedidos por apoyar las protestas.
'Queremos la salida inmediata de Daniel Ortega porque Nicaragua tiene que ser libre', expresó García mientras caminaba con el rostro tapado con una pañoleta azul y blanca, el color de la bandera nacional, que simboliza las protestas antigubernamentales.
'Que se vaya la dictadura, el presidente sabe que el pueblo está en contra de él', afirmó por su parte a la AFP Alberto Morazán, de 55 años, durante la marcha, que fue acogida por la gente de los barrios con banderas o levantando el puño de la mano en alto.
Las protestas iniciaron el 18 de abril contra una fallida reforma al seguro social que se convirtió en una demanda de salida del poder de Ortega y de su esposa la vicepresidenta Rosario Murillo.
En tanto, el gobierno acusa a los manifestantes de golpistas financiados por Estados Unidos.
Hombres vestidos de civil a bordo de motocicletas dispararon sorpresivamente a los manifestantes cuando atravesaron el barrio Ducualí, al este de la capital, hiriendo a una mujer de 32 años y a un hombre de 57.
'Eran tres motorizados que comenzaron a disparar', relató a periodistas un joven con el rostro cubierto con una camisa roja, que trató con otros manifestantes de dar alcance a los armados antes de que se fugaron en sus motocicletas.
La mujer recibió un tiro en la pierna y otra bala pasó rozando el abdomen del hombre, relató.
Pese al incidente, los manifestantes continuaron su marcha gritando '¡Libertad!', exigiendo la excarcelación de cientos de 'presos políticos' y la salida del gobierno de Ortega, en el poder desde el 2007.
Bautizada como 'Juntos somos patria' y convocada por grupos que se oponen al gobierno, la protesta tenía previsto salir de la simbólica rotonda Jean Paul Genie, al sur de Managua, pero la presencia de antimotines se lo impidió.
Entonces los manifestantes optaron por concentrarse en otra rotonda, donde lograron arrancar la caminata a pesar, también, de la fuerte presencia policíal.
Más adelante, un cordón de antimotines fuertemente armados les cerró el paso hacia el centro de la ciudad, por lo que los opositores desviaron su ruta hacia los barrios del este de Managua, observó AFP.
'¡Que se rinda tu madre!', le gritaron molestos los manifestantes a los antimotines que los observaban en silencio detrás de sus escudos.
'Nos están impidiendo el paso', dijo a la AFP Abraham García, un adolescente que, dijo, se sumó a las protestas en solidaridad con los estudiantes que han caído presos, por quienes asegura no dará 'ni un paso atrás' en su lucha.
Los nicaragüenses llevan casi cinco meses manifestándose contra el gobierno pese a la represión, que ha dejado más de 320 muertos, 2.000 heridos, más de 300 detenidos por participar en las marchas y al menos 400 médicos y maestros despedidos por apoyar las protestas.
'Queremos la salida inmediata de Daniel Ortega porque Nicaragua tiene que ser libre', expresó García mientras caminaba con el rostro tapado con una pañoleta azul y blanca, el color de la bandera nacional, que simboliza las protestas antigubernamentales.
'Que se vaya la dictadura, el presidente sabe que el pueblo está en contra de él', afirmó por su parte a la AFP Alberto Morazán, de 55 años, durante la marcha, que fue acogida por la gente de los barrios con banderas o levantando el puño de la mano en alto.
Las protestas iniciaron el 18 de abril contra una fallida reforma al seguro social que se convirtió en una demanda de salida del poder de Ortega y de su esposa la vicepresidenta Rosario Murillo.
En tanto, el gobierno acusa a los manifestantes de golpistas financiados por Estados Unidos.