LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS.- Ante el aumento de los precios de la energía y los combustibles, la crisis provocada por la pandemia del covid-19, cambio climático y las consecuencias de la guerra en Ucrania, el gobierno de Estados Unidos anunció una serie de compromisos para impulsar la seguridad alimentaria en el hemisferio occidental.
Durante la Cumbre de las Américas, celebrada esta semana en Los Ángeles, el presidente Joe Biden sostuvo reuniones con socios claves de Estados Unidos para abordar la crisis, anunciando un aporte de 331 millones de dólares destinados a asistencia humanitaria, seguridad alimentaria y asistencia para la reducción de riesgo ante desastres naturales.
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Asimismo, el gobierno estadounidense destinó un total de 664 millones de dólares para la región, los cuales incluyen apoyo para poblaciones de refugiados y migrantes.
“Muchos de nuestros vecinos dependen de manera significativa de las importaciones de alimentos y son particularmente vulnerables a los aumentos en los costos de los alimentos. La región está experimentando el mayor incremento en los precios de los alimentos de toda una generación”, señaló Biden.
De acuerdo con las cifras dadas a conocer por la administración estadounidense, unas 90 millones de personas se habrían visto afectadas ante la crisis alimentaria en América Latina y Caribe entre 2014 y 2020.
La cantidad de personas afectadas se habría duplicado principalmente por la crisis que vive Venezuela, país en un donde aproximadamente un tercio de la población está expuesta a condiciones de inseguridad alimentaria y los índices de desnutrición infantil han llegado a niveles de emergencia.
Inseguridad alimentaria en Honduras se ha duplicado en el último año
Ante la crisis por la pandemia del covid-19 y el impacto de los huracanes Eta y Iota, los cuales devastaron el país, Honduras ha visto como se ha duplicado la cantidad de personas que se encuentran en situación de inseguridad alimentaria en el último año, según los datos del Programa Mundial de Alimentos.
Además, “debemos abordar la cuestión de la inseguridad alimentaria en la región para impulsar nuestros esfuerzos cooperativos en materia de migración y reforma económica “inteligente” respecto al clima”, indicó.
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Bajo este panorama, el país norteamericano está ampliando las inversiones en redes de seguridad social fundamentales para ayudar a reducir la pobreza y la crisis alimentaria en la región. Asimismo, se han destinado importantes cantidades de dinero con el fin de paliar las necesidades humanas y garantizar la seguridad alimentaria con el fin de mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región.
En países como Haití, Estados Unidos continúa priorizando los alimentos, al igual que el agua y el saneamiento, el albergue, los servicios de protección y la atención básica de la salud para las poblaciones más vulnerables del país caribeño.
Para América Central, la agencia USAID ha proporcionado alimentos de emergencia, medios de subsistencia y asistencia para la protección, particularmente en El Salvador, Honduras y Guatemala.
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