DETROIT, ESTADOS UNIDOS.-Joe Biden, favorito en
Estados Unidos para competir contra el presidente Donald Trump en las elecciones de
2020, centra este miércoles la atención en la segunda parte del debate demócrata, tras exponer la víspera la fractura del partido entre moderados y radicales.
Otros 10 precandidatos demócratas de la veintena que aspira a la Casa Blanca participarán en la última noche del debate organizado por la cadena CNN, que comenzará a las 20H00 (00H00 GMT del jueves) en Detroit, Michigan, un estado 'pendular' donde Trump ganó en 2016.
Biden, un centrista que lidera las encuestas con un 32,2% según el promedio de RealClearPolitics, deberá mostrar si está listo para dar la batalla después de un desempeño mediocre en el primer debate a finales de junio en Miami.
El exvicepresidente de Barack Obama, primer mandatario negro del país, tendrá como principal contrincante a una senadora negra: Kamala Harris (cuarta en los sondeos con 10,8%), quien hace un mes le hizo perder respaldo al confrontarlo sobre asuntos raciales.
Entonces, la exfiscal general de California evocó de manera muy personal la oposición de Biden en los años 1970 al 'busing', un sistema de transporte que buscaba terminar con la segregación racial en la educación pública.
El tema racial, centro de polémica en las últimas semanas luego de comentarios denigrantes de Trump hacia legisladores negros y de minorías étnicas, se anticipa protagonista.
El otro senador negro en liza por la nominación demócrata, Cory Booker (1,7%) de Nueva Jersey, quien no compartió el podio con Biden en Miami, desafiará seguramente al veterano político en ese campo, muy sensible entre los votantes afroestadounidenses, un electorado crucial para los demócratas.
También participará este miércoles el único hispano en la carrera, Julián Castro (1,0%), exsecretario de Vivienda de Obama, quien ha cuestionado el 'racismo' de Trump y buscará sobresalir tras captar el interés de muchos con sus planteos sobre inmigración en el debate pasado.
El martes dominó las dos horas y media de discusión, con los dos senadores que se disputan el segundo lugar, Bernie Sanders (16,2%) y Elizabeth Warren (14,3%), defendiendo enfáticamente sus propuestas volcadas hacia la izquierda, por las cuales Trump suele calificar a los demócratas de 'socialistas'.
El mandatario aprovechó este miércoles para criticar a sus adversarios, subrayando que sólo él puede garantizar un buen manejo de las finanzas.
'Las personas que vi en el escenario anoche, y pueden agregar a Joe el Dormido, a Harris y al resto, nos llevarán a un pozo económico como nunca antes habíamos visto. Conmigo, ¡solo se va para arriba!', tuiteó, usando el sobrenombre despectivo con que suele referirse a Biden.
Sanders y Warren, que respaldan la atención médica universal, la universidad pública gratuita, y el aumento de impuestos para los más ricos, se vieron confrontados por los demás contendientes, menos conocidos pero muy preocupados de que el viraje a la izquierda del partido asegure la reelección de Trump.
El excongresista de Maryland John Delaney (0,8%) fue quien más cuestionó la 'economía de cuento de hadas' que proponen, mientras la senadora de Minnesota Amy Klobuchar (1%) defendió tener ideas 'basadas en la realidad'. El exgobernador de Colorado John Hickenlooper (0,7%) opinó que expandir la atención médica tiene que ser 'una evolución, no una revolución'.
El candidato más joven y único declarado homosexual, Pete Buttigieg (5,5%), alcalde de South Bend, Indiana, trató de mantenerse por encima de la refriega: cualquier cosa que propongan los demócratas, los republicanos 'dirán que somos una banda de socialistas locos', señaló.
Este miércoles también buscarán distinguirse el empresario de origen taiwanés Andrew Yang, el gobernador de Washington, Jay Inslee, la senadora de Nueva York Kristen Gillibrand, la congresista de Hawái Tulsi Gabbard, el senador de Colorado Michael Bennet, y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
Hay mucho en juego en este segundo debate, que permitirá reducir el pelotón de postulantes para el próximo encuentro previsto en septiembre, cinco meses antes de la primera votación de las primarias demócratas el 3 de febrero de 2020 en Iowa.
Otros 10 precandidatos demócratas de la veintena que aspira a la Casa Blanca participarán en la última noche del debate organizado por la cadena CNN, que comenzará a las 20H00 (00H00 GMT del jueves) en Detroit, Michigan, un estado 'pendular' donde Trump ganó en 2016.
Biden, un centrista que lidera las encuestas con un 32,2% según el promedio de RealClearPolitics, deberá mostrar si está listo para dar la batalla después de un desempeño mediocre en el primer debate a finales de junio en Miami.
El exvicepresidente de Barack Obama, primer mandatario negro del país, tendrá como principal contrincante a una senadora negra: Kamala Harris (cuarta en los sondeos con 10,8%), quien hace un mes le hizo perder respaldo al confrontarlo sobre asuntos raciales.
Entonces, la exfiscal general de California evocó de manera muy personal la oposición de Biden en los años 1970 al 'busing', un sistema de transporte que buscaba terminar con la segregación racial en la educación pública.
El tema racial, centro de polémica en las últimas semanas luego de comentarios denigrantes de Trump hacia legisladores negros y de minorías étnicas, se anticipa protagonista.
El otro senador negro en liza por la nominación demócrata, Cory Booker (1,7%) de Nueva Jersey, quien no compartió el podio con Biden en Miami, desafiará seguramente al veterano político en ese campo, muy sensible entre los votantes afroestadounidenses, un electorado crucial para los demócratas.
También participará este miércoles el único hispano en la carrera, Julián Castro (1,0%), exsecretario de Vivienda de Obama, quien ha cuestionado el 'racismo' de Trump y buscará sobresalir tras captar el interés de muchos con sus planteos sobre inmigración en el debate pasado.
VEA: Candidatos moderados critican a Sanders y Warren en debate demócrata en EEUU
'Pozo económico'
El tema económico también promete hacer olas esta noche.El martes dominó las dos horas y media de discusión, con los dos senadores que se disputan el segundo lugar, Bernie Sanders (16,2%) y Elizabeth Warren (14,3%), defendiendo enfáticamente sus propuestas volcadas hacia la izquierda, por las cuales Trump suele calificar a los demócratas de 'socialistas'.
El mandatario aprovechó este miércoles para criticar a sus adversarios, subrayando que sólo él puede garantizar un buen manejo de las finanzas.
'Las personas que vi en el escenario anoche, y pueden agregar a Joe el Dormido, a Harris y al resto, nos llevarán a un pozo económico como nunca antes habíamos visto. Conmigo, ¡solo se va para arriba!', tuiteó, usando el sobrenombre despectivo con que suele referirse a Biden.
Sanders y Warren, que respaldan la atención médica universal, la universidad pública gratuita, y el aumento de impuestos para los más ricos, se vieron confrontados por los demás contendientes, menos conocidos pero muy preocupados de que el viraje a la izquierda del partido asegure la reelección de Trump.
El excongresista de Maryland John Delaney (0,8%) fue quien más cuestionó la 'economía de cuento de hadas' que proponen, mientras la senadora de Minnesota Amy Klobuchar (1%) defendió tener ideas 'basadas en la realidad'. El exgobernador de Colorado John Hickenlooper (0,7%) opinó que expandir la atención médica tiene que ser 'una evolución, no una revolución'.
El candidato más joven y único declarado homosexual, Pete Buttigieg (5,5%), alcalde de South Bend, Indiana, trató de mantenerse por encima de la refriega: cualquier cosa que propongan los demócratas, los republicanos 'dirán que somos una banda de socialistas locos', señaló.
Este miércoles también buscarán distinguirse el empresario de origen taiwanés Andrew Yang, el gobernador de Washington, Jay Inslee, la senadora de Nueva York Kristen Gillibrand, la congresista de Hawái Tulsi Gabbard, el senador de Colorado Michael Bennet, y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
Hay mucho en juego en este segundo debate, que permitirá reducir el pelotón de postulantes para el próximo encuentro previsto en septiembre, cinco meses antes de la primera votación de las primarias demócratas el 3 de febrero de 2020 en Iowa.