La policía salvadoreña suspendió este sábado los días libres para todo su personal luego que las pandillas arreciaran sus ataques contra miembros de la institución, la fuerza armada y los custodios de las cárceles.
La orden corresponde a una alerta interna emitida después del asesinato del agente Víctor Hugo Fuentes Retana, quien fue atacado por presuntos pandilleros cuando se encontraba de licencia y visita a su familia en el municipio de Atiquizaya, a 87 kilómetros al oeste de la capital, en departamento de Ahuachpán, fronterizo con Guatemala.
Según informes de la policía y de seguridad pública, las pandillas también asesinaron el sábado al sub sargento José Antonio Martínez Vega, de la fuerza armada, quien gozaba de sus días libres y realizaba labores agrícolas en las proximidades de su vivienda en el municipio de Panchimalco, a 18 kilómetros al sur de la capital salvadoreña.
El sub sargento fue interceptado por varios hombres que lo mataron a machetazos.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, comisionado Mauricio Ramírez Landaverde, denunció recientemente que las maras o pandillas estaban planificando ataques contras los policías, soldados y custodios de las cárceles con el fin de presionar al gobierno, pero advirtió que ellos incrementarán las acciones para combatir a estos grupos criminales.
Todos los pandilleros involucrados en ataques a los policías han sido trasladados a la cárcel de máxima seguridad conocida como Zacatraz, en la cual están completamente incomunicados.
En lo que va del año la policía reporta que 14 policías han sido asesinados, tres mientras laboraban y 11 que estaban de licencia y visitaban a sus familias. También se reporta el homicidio de nueve miembros de la fuerza armada y un custodio de la las cárceles, que fueron atacados mientras estaban en sus días de descanso.
En 2016, la policía registró la muerte de 47 de sus agentes, la mayoría asesinados cuando se encontraban de licencia.
Según las autoridades, las pandillas, que tienen presencia en barrios y comunidades populares, están integradas por más de 70.000 jóvenes y adultos y son las responsables de la mayoría de los crímenes que se cometen en el país.