El Congreso de Estados Unidos debate este lunes la posibilidad de otorgar la ciudadanía a 1,8 millones de jóvenes inmigrantes indocumentados, con la presentación de un proyecto de ley que, sin embargo, enfrenta resistencia.
Las propuestas contra la reunificación familiar y de construir un muro con México, que también incluye el proyecto legislativo, son las que provocan más rechazo.
Un grupo de senadores de la mayoría republicana debe presentar este lunes un texto que se apega al plan lanzado en enero por el presidente Donald Trump para reformar el sistema migratorio.
La iniciativa de ley ofrece una vía de 10 a 12 años para obtener la ciudadanía a 1.8 millones de 'dreamers' (soñadores), jóvenes inmigrantes llevados a Estados Unidos de manera clandestina cuando eran niños. Un número mayor de beneficiarios que los que contemplaba la oposición demócrata.
Pero en contraposición, elimina el tradicional sorteo de visas de residencia (green cards) y recorta drásticamente la 'migración en cadena' o reunificación familiar, que queda limitada a cónyuge e hijos menores de edad.
Además, aprovisionará 25,000 millones de dólares para la seguridad migratoria, incluyendo la construcción de un muro en la frontera con México, un pilar de la campaña electoral de Trump.
'Este es el único proyecto que tiene posibilidad de convertirse en ley, porque es el único que realmente solventará el problema subyacente', dijo uno de sus promotores, el senador republicano Tom Cotton.
'Este proyecto es generoso, humano y responsable, y ahora debemos enviarlo al presidente', dijo Cotton en un comunicado.
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En el limbo están unos 690,000 'dreamers', registrados en el programa DACA, que podrían empezar a perder sus protecciones contra la deportación a inicios del próximo mes.
La fecha de expiración del programa -el 5 de marzo- no está grabada en piedra, sin embargo, pues un juez de San Francisco temporalmente bloqueó el fin de las protecciones de DACA ordenado por Trump a finales del año pasado.
El proyecto podría enfrentarse con una dura oposición en varios flancos.
Los demócratas y algunos republicanos rechazan la dura posición de Trump, especialmente en las restricciones a la reagrupación familiar y en la construcción del muro.
Pero al ofrecer la ciudadanía a todos los 1,8 millones -que suman a quienes están inscritos en DACA y quienes son candidatos para aplicar-, y sumándolo a otras reformas, Trump puso en un dilema a los demócratas, que solo esperaban una solución para los 690.000 inscritos en el programa.
Aún así, el texto estaría lejos de solventar el estado de la inmigración ilegal: unos 12 millones de personas viven de manera clandestina en Estados Unidos.
Trump ha responsabilizado de ataques terroristas internos y crímenes violentos a beneficiarios de la lotería de visas y de la reagrupación familiar. 'Necesitamos un sistema migratorio del siglo XXI basado en el mérito', dijo en Twitter la semana pasada.