El diagnóstico, confirmado el miércoles, representa un agravamiento del brote a nivel internacional en Estados Unidos, debido a que significa que la enfermedad podría propagarse más allá del alcance de las cuarentenas y otro tipo de medidas de prevención. Sin embargo, las autoridades de salud estatales intentaron calmar al público afirmando que un escenario de este tipo era inevitable y que el riesgo de una transmisión generalizada seguía siendo bajo.
El caso planteó dudas sobre qué tan rápido están respondiendo las autoridades de salud pública para diagnosticar y tratar los casos nuevos. Los funcionarios de sanidad estatales y federales discreparon el jueves sobre el momento en que los médicos pidieron a la mujer que se sometiera a una prueba.
Los doctores del Centro Médico UC Davis dijeron que pidieron a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) realizarle la prueba a la mujer el 19 de febrero. Pero señalaron que los CDC no autorizaron la prueba hasta el domingo, “dado que la paciente no encajaba con los criterios vigentes de los CDC” para el virus, de acuerdo con un memo publicado en el sitio web del hospital.
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Richard Quartarone, portavoz de los CDC, dijo que una revisión preliminar de los registros de la agencia señala que no obtuvo información sobre la mujer hasta el domingo, el mismo día que se le realizó la prueba.
Quartarone dijo que la agencia está preocupada por los reportes de pruebas demoradas y que “investiga esto cuidadosamente”. Añadió que los CDC pueden revisar 400 muestras al día.
El gobernador de California Gavin Newsom dijo que el estado estaba limitado en la cantidad de personas que podía examinar debido a que tenía 200 kits de análisis. Pero señaló que las autoridades federales han prometido enviar más en los próximos días.
“No voy a politizar este momento y no voy a acusar a nadie”, manifestó Newsom. “Hemos tenido una relación de trabajo muy fuerte con el gobierno” de Trump.
Los investigadores estaban enfocados el jueves en rastrear los movimientos de la mujer para averiguar cómo se contagió y a quién más pudo haber infectado. En un principio, la mujer buscó recibir atención médica en el Hospital de NorthBay VacaValley en la ciudad de Vacaville, que cuenta con una población de más de 100,000 personas y se ubica a unos 95 kilómetros (59 millas) de distancia de San Francisco.
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Diez expertos de los CDC llegaron el jueves por la mañana y se dirigían a Vacaville para ayudar con la investigación, dijo el médico James Watt, epidemiólogo estatal provisional del Departamento de Salud Pública de California.
Todos los otros 59 casos de Estados Unidos han sido de personas que viajaron al extranjero o tuvieron un contacto cercano con gente que estuvo fuera del país.
