El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este lunes que su país no quiere vivir 'lo que está ocurriendo' en Europa a raíz del ingreso masivo de inmigrantes, un gesto que calificó como un 'gran error'.
'Gran error cometido en toda Europa al permitir la entrada de millones de personas que han cambiado su cultura de forma tan fuerte y violenta', tuiteó Trump. 'No queremos que lo que está ocurriendo por la migración en Europa ocurra con nosotros', escribió inmediatamente después.
Por su parte, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU catologó como 'inadmisible' y 'cruel' las prácticas de Estados Unidos de separar a los niños migrantes de sus padres en la frontera con México, una medida que genera gran polémica en Estados Unidos.
'Pensar que un Estado busca disuadir a los padres infligiendo tal abuso a los niños es inadmisible', dijo Zeid Ra'ad Al Hussein en la apertura de una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
Dando rienda suelta a su emoción, el responsable de la ONU reclamó al gobierno de Donald Trump 'poner fin inmediatamente' a esta 'práctica cruel'.
En Washington, la primera dama Melania Trump pidió el domingo una política que dé lugar al 'corazón' y un rápido acuerdo bipartidista sobre las leyes migratorias en el Congreso, donde legisladores de la oposición demócrata han denunciado la práctica como 'diabólica'.
En una inusual incursión en la escena política, la esposa de Trump dijo que 'detesta ver a los niños separados de sus familias y espera que los dos lados del Congreso puedan por fin acordar una reforma migratoria exitosa'.
'Piensa que el país debe respetar la ley pero también debe gobernar con el corazón', explicó a CNN la directora de comunicación de la primera dama, Stephanie Grisham.
El gobierno de Estados Unidos reveló el viernes que la nueva política de tolerancia cero en la frontera con México condujo desde mediados de abril a que 2,000 niños fueran separados de sus padres, arrestados por estar ilegalmente en Estados Unidos.