La lista provisional de paraísos fiscales incluye al menos 92 países entre los cuales figuran Estados Unidos, Brasil y Panamá, según un informe de la Unión Europea.
El nombre de los tres países surgen tras la petición de 'aclaraciones' de cara a la clasificación final prevista a finales de año, indicaron este miércoles fuentes coincidentes.
'Invitamos a las jurisdicciones concernidas a iniciar un diálogo con los Estados miembros [de la UE] para salir de esta lista. La verdadera lista estará a finales de año', precisó una fuente conocedora del dossier.
Bruselas inició en 2016 una evaluación para determinar el riesgo en los países de fuera del bloque de favorecer la evasión fiscal, a través de una serie de criterios: la falta de transparencia, la existencia de regímenes fiscales preferenciales y la ausencia de impuestos de sociedades.
Su evaluación preliminar, difundida en septiembre, reflejó que muchos países registran los dos primeros indicadores de riesgo, entre ellos algunos latinoamericanos como Brasil, Costa Rica, Panamá, Perú o Uruguay.
En cambio, Bahamas, Mónaco o las Islas Caimán son algunos de los pocos países que no disponen de impuesto de sociedades, un criterio que los ministros de Finanzas de la UE decidieron retirar temporalmente en noviembre a propuesta de Reino Unido, a la espera de un análisis de los expertos.
En base a estos datos, 92 países se someterán finalmente a un examen oficial de la UE, entre ellos Estados Unidos por el estado de Delaware, Canadá, Brasil, Panamá o Singapur, y a los que el Consejo de la UE 'envió ayer una carta' para 'solicitar aclaraciones sobre algunos aspectos de su política fiscal', apuntó otra fuente.
'Esto no quiere decir que todos estarán en la lista' final prevista a finales de año, añadió. Las discusiones podrían terminar en julio de 2017.
Los países del bloque deben acordar todavía qué medidas podrían enfrentar aquellas naciones que figuren finalmente en esta lista negra de 'jurisdicciones no cooperativas en materia fiscal'.
La práctica de la evasión fiscal se encuentra en el ojo del huracán en el mundo, tras la aparición de una serie de escándalos, como el de los denominados papeles de Panamá.
Su publicación en abril reveló cómo personalidades de la política o la economía de todo el mundo colocaban activos en paraísos fiscales, e implicó la dimisión de un ministro español e incluso del primer ministro islandés.