Este se aplicará progresivamente por todo el territorio. Primero en la zona del Atlántico, una hora más tarde en el Este, después en la zona central, montañosa y zona del Pacífico, y por último en Alaska.
El Sunshine Protection Act, como se llama la ley que busca extender este horario todo el año, sigue en discusión en algunos Estados.
Los ciudadanos deben ajustar sus relojes y retrasar una hora para quedar acorde al horario de invierno, el estándar. Es decir, si son las 3:00 deberán mover las agujas hacia las 2:00.
El Congreso permitió que los Estados decidieran si se acoplan al horario de verano o siguen en estándar.
Arizona, Indiana y Hawái no participan en el cambio de horario.
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Países como Rusia -donde también aplicaban el horario de verano- decidieron al final terminar esta práctica en 2014, mientras que en México y Europa también cambiaron sus relojes a la hora estándar u horario de invierno.
Los europeos posiblemente sea la última vez que hacen el cambio.
La medida, según expertos, puede afectar la salud de las personas, se cree que conduce a más ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y depresión, según diario Las Américas.