WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.-El ejército estadounidense llevó a cabo el viernes una nueva ronda de ataques contra los rebeldes hutíes de Yemen, apuntando a lanzadores de misiles que se preparaban para atacar barcos en el mar Rojo, dijo la Casa Blanca.
Washington busca reducir las capacidades militares de los hutíes respaldados por Irán, pero tras una semana de ataques, los rebeldes han podido continuar con su ofensiva contra los buques mercantes, y han prometido que estos seguirán siendo su blanco.
Los hutíes comenzaron los ataques navales en el mar Rojo en noviembre, argumentando que su objetivo eran las naves “vinculadas con Israel” en apoyo a los palestinos en Gaza. Luego declararon como “objetivos legítimos” también los intereses estadounidenses y británicos.
“Esta mañana, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo con éxito tres ataques de autodefensa contra objetivos hutíes en Yemen”, dijo a periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
“Estas acciones (...) ayudan a hacer más seguras las aguas internacionales para los buques de guerra y para los mercantes”, añadió.
La campaña aérea contra los hutíes comenzó la semana pasada con ataques estadounidenses y británicos a cerca de 30 ubicaciones en Yemen. Posteriormente Estados Unidos atacó un radar hutí en una maniobra descrita como “acción de seguimiento” a los ataques previos.
Los repetidos ataques de los hutíes han obligado a muchas compañías navieras a evitar este paso clave para el comercio internacional, lo que hace temer un aumento de los precios y problemas de suministro.
Crisis en aumento en Oriente Medio
Desde entonces, las fuerzas estadounidenses han llevado a cabo otros ataques aéreos contra misiles en tierra que Washington dice están listos para ser disparados y suponen una amenaza para navíos militares y civiles.
Washington también busca presionar diplomática y financieramente a los hutíes al designarlos de nuevo como “terroristas”, luego de que el propio presidente Joe Biden les había quitado esa etiqueta al asumir su mandato.
El de Yemen es un capítulo más en la creciente y peligrosa crisis en Oriente Medio.
Allí militantes respaldados por Irán ejecutan ataques contra tropas estadounidenses en Irak y Siria, Israel y Hezbolá intercambian fuego a diario en la frontera y la guerra contra Hamás deja una cifra devastadora de muertos en la Franja de Gaza.
La más reciente escalada en el conflicto entre Israel y Hamás comenzó el pasado 7 de octubre cuando militantes del grupo palestino atacaron desde Gaza y mataron a 1.140 personas, según el registro de la AFP basado en cifras israelíes.
Israel respondió al ataque, con posterior ayuda militar estadounidense, y emprendió una campaña militar en Gaza que dejó al menos 24.762 muertos, según el ministerio de Salud de Gaza, bajo el control de Hamás.
La violencia en Irak y Siria y los continuos ataques de los hutíes hacen crecer el temor de un conflicto regional mayor que involucre directamente a Irán, un escenario que Washington está intentando evitar.