Ciudad de Guatemala, Guatemala
El expresidente Otto Pérez (2012-2015), preso desde 2015 por corrupción, pidió este lunes a un juez salir bajo arresto domiciliario debido a complicaciones cardíacas que le pueden provocar la 'muerte súbita', informó el exgobernante.
Pérez, un general retirado de 67 años, dijo a periodistas al término de la audiencia que el juez Miguel Ángel Gálvez no le otorgó la petición para abandonar prisión al solicitar la actualización de los estudios médicos que comprueben su situación de salud.
Señaló que tiene implantado un cardiodesfibrilador luego que se le diagnosticó años atrás el riesgo de 'fibrilación ventricular maligna'.
'Esa fibrilación ventricular maligna lo que hace es que lo mata, eso es lo que produce la muerte súbita', declaró el exgobernante, quien explicó que si el 'aparato' no actúa de forma eficaz, se tiene hasta 10 minutos para ser llevado a un especialista.
El expresidente derechista se encuentra en prisión preventiva en un cuartel militar capitalino desde septiembre de 2015, después de haber renunciado a la presidencia acechado por una acusación de liderar una red que orquestó un fraude multimillonario en las aduanas.
Pérez, quien llegó al poder con la promesa de 'mano dura' contra el crimen, está a la espera de que Gálvez inicie un juicio en el que también está acusada su exvicepresidenta Roxana Baldetti.
Ambos acumulan otros procesos por corrupción, como la entrega de un contrato portuario mediante sobornos y el blanqueo de fondos de campaña.
'La condición que yo tengo permanece y esa condición puede generar una fibrilación ventricular maligna en cualquier momento' y, aunque el aparato 'previene una situación de esas, no da el 100% de seguridad', añadió.
El expresidente Otto Pérez (2012-2015), preso desde 2015 por corrupción, pidió este lunes a un juez salir bajo arresto domiciliario debido a complicaciones cardíacas que le pueden provocar la 'muerte súbita', informó el exgobernante.
Pérez, un general retirado de 67 años, dijo a periodistas al término de la audiencia que el juez Miguel Ángel Gálvez no le otorgó la petición para abandonar prisión al solicitar la actualización de los estudios médicos que comprueben su situación de salud.
Señaló que tiene implantado un cardiodesfibrilador luego que se le diagnosticó años atrás el riesgo de 'fibrilación ventricular maligna'.
'Esa fibrilación ventricular maligna lo que hace es que lo mata, eso es lo que produce la muerte súbita', declaró el exgobernante, quien explicó que si el 'aparato' no actúa de forma eficaz, se tiene hasta 10 minutos para ser llevado a un especialista.
El expresidente derechista se encuentra en prisión preventiva en un cuartel militar capitalino desde septiembre de 2015, después de haber renunciado a la presidencia acechado por una acusación de liderar una red que orquestó un fraude multimillonario en las aduanas.
Pérez, quien llegó al poder con la promesa de 'mano dura' contra el crimen, está a la espera de que Gálvez inicie un juicio en el que también está acusada su exvicepresidenta Roxana Baldetti.
Ambos acumulan otros procesos por corrupción, como la entrega de un contrato portuario mediante sobornos y el blanqueo de fondos de campaña.
'La condición que yo tengo permanece y esa condición puede generar una fibrilación ventricular maligna en cualquier momento' y, aunque el aparato 'previene una situación de esas, no da el 100% de seguridad', añadió.
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