JERUSALÉN.-Familias de rehenes israelíes retenidos por comandos islamistas en Gaza interrumpieron un discurso del primer ministro Benjamin Netanyahu cuando éste afirmó ante el Parlamento que necesitaba “más tiempo” para cumplir con su promesa de rescatar a los cautivos.
“¡Ahora! ¡Ahora!”, clamaron los familiares cuando el dirigente nacionalista explicaba que las fuerzas israelíes necesitaban “más tiempo” para liberar a los 129 rehenes, de los cerca de 240 iniciales, que fueron llevados a Gaza tras la sangrienta incursión de comandos islamistas en el sur de Israel el 7 de octubre.
Una tregua de una semana a finales de noviembre permitió la liberación de 105 rehenes, 80 de los cuales fueron canjeados por 240 palestinos presos en cárceles israelíes.
“¿Y si fuera tu hijo”, “80 días, cada minuto es el infierno”, se podía leer en las pancartas enarboladas por las familias en el Parlamento, que llevó a cabo una sesión especial dedicada a los rehenes.
Asegurando no “escatimar en esfuerzos” para lograr su liberación, Netanyahu aseguró que esto sólo seria posible si se mantenía “la presión militar”.
El dirigente israelí explicó que habló con los mandos militares en el terreno y le dijeron que necesitaban “más tiempo”.
“No podemos parar la guerra mientras no hayamos logrado la victoria contra los que atacan nuestras vidas”, declaró. “No pararemos hasta la victoria”.
En el ataque sin precedentes de Hamás en suelo israelí del 7 de octubre, murieron unas 1.140 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP a partir de los últimos datos oficiales.
Al menos 20.674 personas --sobre todo mujeres y menores-- han fallecido en Gaza desde el inicio de la ofensiva del ejército israelí en represalia por el ataque, según las autoridades de Hamás, en el poder en el enclave palestino.