El FBI tiene el celular del hombre que mató a 26 personas en una iglesia de Texas pero aún no ha logrado acceder a sus aplicaciones, dijeron oficiales el martes.
El agente especial de la policía federal Christopher Combs dijo que el teléfono fue enviado al cuartel general del FBI en Quantico, Virginia, y se declaró confiado en que se logrará acceder al aparato.
'Hasta el momento no logramos entrar en el teléfono', admitió.
Combs señaló que una mayor encriptación y protección de contraseñas en los aparatos ya ha causado problemas al FBI en el pasado.
El caso más notable involucró el iPhone del atacante en San Bernardino, California, en diciembre de 2015, cuando el FBI llevó a Apple ante un tribunal para que diera acceso al aparato.
El atacante de Texas, Devin Kelley sabía que su suegra, con quien estaba en conflicto, asistía a la iglesia que fue escenario de la matanza y le había enviado 'mensajes amenazadores', según Freeman Martin, del departamento de Seguridad pública estatal.