Los datos han llegado a la Tierra unas tres horas después, cuando han sido comunicados en directo por la agencia espacial. La NASA ha logrado así por primera vez en la historia de la humanidad llevar a cabo un vuelo controlado en la superficie de otro planeta.
Ingenuity es un demostrador tecnológico. Llegó a Marte con la única, y complicada, tarea de probar que se puede volar un aparato en otro planeta. Su misión ha sido todo un éxito. Así lo han podido confirmar los técnicos tras procesar la información enviada por el propio helicóptero.
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“Ha llevado a cabo el giro de las aspas, despegue, vuelo, suspensión en el aire, descenso, aterrizaje y frenado de las aspas”, comunicaba uno de los integrantes del equipo con los consecuentes gritos y aplausos de júbilo del resto de los presentes en el centro de control de la misión. Este se encuentra en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL, por sus siglas en inglés) de la NASA en Pasadena, California (EE.UU.).
El aparato había sido programado para realizar un vuelo vertical que le elevara a unos tres metros sobre el suelo, donde debía flotar unos 30 segundos para luego aterrizar en el punto de origen. Un video grabado por el rover Perseverance, el todoterreno compañero de Ingenuity en esta misión de la NASA ha Marte, ha podido mostrar al dron en acción.
Levantar los 1.8 kilogramos de peso del aparato es una tarea fácil en la Tierra. Pero la atmósfera de Marte tiene una densidad de menos del 1% en comparación con la de nuestro planeta. De ahí que las aspas del dron hayan tenido que girar a entre 2.000 y 3.000 revoluciones por minuto para elevar el aparato.
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A ello se sumaba la dificultad llevar todo el proceso de manera automática por el propio Ingenuity. La distancia entre Marte y la Tierra provoca un retraso de 11 minutos en las comunicaciones, lo que deshecha la opción de controlar las maniobras desde aquí.
Ingenuity aterrizó en el planeta rojo el 18 de febrero acoplado al vientre de Perseverance y protegido por una coraza de las altas temperaturas experimentadas durante el ingreso en la atmósfera. Un mes después, el pequeño helicóptero estaba listo para ponerse en marcha. El dron fue separándose de su transportador en varios pasos hasta quedar sobre la superficie del planeta.
Los datos del aparato alertaron al equipo de un problema que impidió pasar al modo de vuelo y que debía ser revisado antes de proceder con la prueba. El resto de las funciones vitales para Ingenuity, como el mantenimiento de la energía, la temperatura o las comunicaciones, funcionaban correctamente.
El vuelo de hoy ha servido de prueba. Ahora, el equipo de la NASA intentará vuelos experimentales de distancia y altitud cada vez mayores.
El dron tiene la capacidad de realizar unos cinco vuelos preprogramados más durante una ventana temporal de 31 días terrestres o 30 días marcianos. El helicóptero podrá alcanzar los 50 metros de recorrido durante 90 segundos y elevarse del suelo hasta casi cinco metros.
