Atrás de ellos, un enorme muro separa la tierra que vio nacer a sus padres del país en el que los pequeños llegaron al mundo. Sin embargo, sus raíces aún viven entre el pueblo que está devastado y que hoy llora la muerte de más de 300 pobladores.
Y es que el dolor que dejó un terremoto de 7.1 grados entre los mexicanos, cruzó las fronteras y llegó hasta los niños de padres inmigrantes nacidos en el país azteca, que a una sola voz cantaban himnos representativos de esa nación.
Aunque estos pequeños nacieron en Estados Unidos, un muro no impidió apoyar a aquellos hombres y mujeres que sin descanso buscan a los sobrevivientes entre los escombros.
Asimismo, a quienes hoy esperan impacientes por encontrar a sus familiares desaparecidos desde el pasado martes.
Parados frente al muro que parecía interminable, las voces de pequeños ángeles demostraban el dolor compartido que hoy sufren millones de mexicanos.
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Los niños que estaban acompañados de sus familiares, demostraron con sus acciones que para la humanidad no existen fronteras que signifique olvidar sus raíces.
¡Emotivo y esperanzador! ?? Hijos de migrantes mexicanos en Estados Unidos le cantan a México ❤️?? #FuerteMéxico pic.twitter.com/UmHcMiwZN0
— CARAS (@CARASmexico) 23 de septiembre de 2017
