Dos españoles y un estadounidense fueron corneados el viernes durante el encierro del festival de San
Fermín, y uno de los astados generó pánico durante varios minutos en las atiborradas calles de la ciudad española de Pamplona.
Hubo gran tensión cuando uno de los toros embistió a un joven y lo empujó por el piso con los cuernos durante casi 30 segundos, mientras otros participantes del encierro trataban de alejarlo jalándolo de la cola. El joven quedó colgado en uno de los cuernos.
Otros asistentes finalmente lo jalaron por los pies hacia un lugar seguro. El Diario de Navarra reportó que el joven era de Morelia, España, pero esto no pudo confirmarse de manera inmediata.
El gobierno regional de Navarra dijo que dos españoles y un estadounidense fueron corneados en el encierro, mientras que otros dos españoles y otro estadounidense fueron llevados a hospitales por heridas sufridas por caídas y al ser pisoteados durante el frenético evento.
La oficina de prensa del gobierno identificó al estadounidense corneado sólo por sus iniciales —P.E.— y dijo que tenía 20 años. El periódico local reportó que fue herido en el abdomen.
Ninguno de los seis que fueron llevados al hospital se reportó en condición grave.
Las autoridades hospitalarias dijeron inicialmente que cuatro personas habían sido corneadas, pero el gobierno regional informó que sólo fueron tres.
Los corneados de esta mañana son los primeros que se registran en los sanfermines de este año, en los cuales miles de personas corren al lado de seis toros de lidia por un trayecto de 850 metros (930 yardas) desde un redil hasta la plaza de toros.
El encierro del viernes duró poco menos de cinco minutos, lo que es casi el doble de lo normal. Los encierros largos ocurren por lo general cuando algún toro se separa del rebaño y se desorienta, lo que lo hace más peligroso.
Los encierros matutinos son televisados a nivel nacional y son el plato fuerte del festival de nueve días.
Los toros que participan cada mañana son sacrificados invariablemente por toreros en las corridas vespertinas, y su carne se sirve en los restaurantes de Pamplona.
Decenas de personas resultan heridas cada año en los encierros. La mayoría se lastima al tropezarse y caer.
Los toros que participan en la festividad llegan a pesar 625 kilogramos (1.380 libras), y han matado a 15 personas desde que comenzó a llevarse registro en 1924.