CIUDAD DE GUATEMALA, GUATEMALA.- En medio del llanto y el dolor, decenas de indígenas guatemaltecos recibieron este jueves en ataúdes los restos de
los 18 muertos que dejó la víspera la embestida de un camión contra decenas de personas en una carretera en el oeste de Guatemala.
Las autoridades forenses improvisaron una morgue en el salón comunal del poblado de Nahulá, 160 km al oeste de la capital, donde llegaron familiares para recoger a sus seres queridos y trasladarlos a sus hogares donde los velarán para luego sepultarlos.
Las expresiones de las mujeres vestidas con trajes multicolores eran desgarradoras cuando les entregaban los féretros y recorrían a pie los 20 metros que separan el salón comunal del estacionamiento donde estaban parqueados los vehículos tipo pick-up o carros funerarios para transportar los cuerpos, observó un periodista de la AFP.
Al frente de la morgue improvisada se encuentran la iglesia católica, el mercado de la localidad y la plaza central, donde cientos de pobladores hacían compras y murmuraban sobre la tragedia ocurrida la noche del miércoles.
Vea: Jimmy Morales tras fatal accidente: 'Mi sentido pésame'
El accidente se registró en el ingreso al poblado de Nahualá, de unos 65.000 habitantes, la mayoría del habla maya Quiché, luego de que varias personas se aglomeraran en la ruta porque momentos antes un vecino había sido atropellado mortalmente por otro conductor que se dio a la fuga.
Unas 20 personas resultaron heridas, algunas en estado grave y fueron trasladadas a tres hospitales estatales, incluido uno de la capital, según el Ministerio de Salud.
Para el jueves se esperan los sepelios, aunque no de forma masiva pues cada familia se llevó a su ser querido fallecido a su vivienda par luego darles sepulturas individuales en diferentes horarios.
Ademá: Detienen a conductor de camión que arrolló a 18 indígenas
La comunicación con los pobladores es casi nula debido a que la mayoría no habla español, sino en maya quiché.
El presidente Jimmy Morales lamentó el accidente y dijo que su gobierno está 'coordinando acciones para brindar todo el apoyo a los familiares de las víctimas'. 'Mi sentido pésame', agregó.
El gobierno declaró a partir del jueves duelo nacional por tres días 'en memoria de los fallecidos'.
Las autoridades forenses improvisaron una morgue en el salón comunal del poblado de Nahulá, 160 km al oeste de la capital, donde llegaron familiares para recoger a sus seres queridos y trasladarlos a sus hogares donde los velarán para luego sepultarlos.
Las expresiones de las mujeres vestidas con trajes multicolores eran desgarradoras cuando les entregaban los féretros y recorrían a pie los 20 metros que separan el salón comunal del estacionamiento donde estaban parqueados los vehículos tipo pick-up o carros funerarios para transportar los cuerpos, observó un periodista de la AFP.
Al frente de la morgue improvisada se encuentran la iglesia católica, el mercado de la localidad y la plaza central, donde cientos de pobladores hacían compras y murmuraban sobre la tragedia ocurrida la noche del miércoles.
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El accidente se registró en el ingreso al poblado de Nahualá, de unos 65.000 habitantes, la mayoría del habla maya Quiché, luego de que varias personas se aglomeraran en la ruta porque momentos antes un vecino había sido atropellado mortalmente por otro conductor que se dio a la fuga.
Unas 20 personas resultaron heridas, algunas en estado grave y fueron trasladadas a tres hospitales estatales, incluido uno de la capital, según el Ministerio de Salud.
Para el jueves se esperan los sepelios, aunque no de forma masiva pues cada familia se llevó a su ser querido fallecido a su vivienda par luego darles sepulturas individuales en diferentes horarios.
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La comunicación con los pobladores es casi nula debido a que la mayoría no habla español, sino en maya quiché.
El presidente Jimmy Morales lamentó el accidente y dijo que su gobierno está 'coordinando acciones para brindar todo el apoyo a los familiares de las víctimas'. 'Mi sentido pésame', agregó.
El gobierno declaró a partir del jueves duelo nacional por tres días 'en memoria de los fallecidos'.
