Según el coronel de la policía italiana de aduanas, Domenico Napolitano, el hallazgo de tres contenedores con alrededor de 85 millones de pastillas en su interior, en el puerto de Salerno, en el sur del país, es la mayor incautación de anfetaminas realizada nunca en el mundo.
Los investigadores creen que la producción de droga supone un ingreso vital para las actividades insurgentes de la milicia radical, explicó Napolitano en la radio estatal italiana. La hipótesis de los investigadores es que la producción de anfetaminas europea se paró por las cuarentenas contra el coronavirus, por lo que los narcotraficantes podrían haber recurrido a productores en Siria para abastecer el mercado.
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Las anfetaminas estaban etiquetadas como captagon, el nombre en la calle de una sustancia cuya base química es la fenetilina.
La policía dijo que están investigando a clanes de la Camorra napolitana que podrían haber ordenado el cargamento para su venta internacional, porque dos semanas antes se apresó un envió mucho más pequeño en el mismo puerto oculto entre ropa.
Salerno está a unos 50 kilómetros (30 millas) al sur de Nápoles, en la región de Campania, el histórico feudo de la Camorra. El tráfico de drogas es uno de los principales negocios de los clanes.
Según un comunicado de la policía de aduanas, el captagon es conocido por ser utilizado por los combatientes del Estado Islámico para “inhibir el miedo y el dolor”.
Las 14 toneladas de anfetaminas habrían tenido un valor de mercado próximo a los 1.000 millones de euros, agregaron las autoridades.
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