WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- Joe Biden se convirtió el domingo en el primer presidente de Estados Unidos que cumple 80 años durante su mandato. Sin embargo, la fecha se celebró con particular discreción y su edad es tema de debate ante una eventual reelección.
Recién después del mediodía, su esposa Jill Biden publicó un mensaje cariñoso con fotos de la pareja bailando en traje de gala.
“No hay nadie más con quien quisiera bailar. ¡Feliz cumpleaños, Joe! Te amo”, escribió en Twitter la primera dama.
Esa fue la única mención al cumpleaños desde la Casa Blanca, y no se programó un evento público ni se comunicó cómo lo celebraría el presidente, o incluso si lo haría.
El sábado, en cambio, la Casa Blanca recibió a 250 invitados para la boda de su nieta Naomi, donde no se permitió acceso a la prensa.
Su nieta hace parte de la familia más cercana con quien Biden discutiría la posibilidad de emprender una candidatura a la presidencia de 2024.
Por ahora, el presidente repite que “tiene la intención” y que haría el anuncio a comienzos de 2023, aunque según varias encuestas la mayoría de estadounidenses rechaza la idea que de aspire a la reelección.
Aunque no es inusual encontrar figuras políticas en Estados Unidos que superen los 70 o 75 años, las elecciones de medio mandato han marcado un cambio generacional en su partido.
Por ejemplo, la influyente demócrata Nancy Pelosi, de 82 años, renunció el jueves a una nueva postulación para su mandato como presidenta de la Cámara de Representantes.
Hace aproximadamente un año, el presidente Biden se sometió a un exhaustivo chequeo médico que concluyó que estaba “vigoroso” y en “buen estado de salud”.
Pero Joe Biden arrastra, como sus predecesores, el peso de un cargo agotador. Su andar se ha hecho más rígido y ha sufrido algunos momentos de confusión.