Pero hay un punto en el que se percibe intensa actividad, en un lote donde los obreros preparan los cimientos de un nuevo rascacielos destinado a alterar la silueta de la ciudad. Los constructores detrás de la torre, llamada 8 Bishopsgate, confían en que cuando se completen las obras hacia fines del año que viene, sus 50 pisos de oficinas estarán llenos de empresas y empleados.
Cuando surgió la pandemia del coronavirus, casi 540,000 empleados del sector financiero desaparecieron de la noche a la mañana de lo que se conoce como “la City”. Ha pasado un año y nadie ha regresado.
Plagas, incendios, guerras... Londres sobrevivió a todo lo que le tiraron. Pero nunca tuvo un año como este. El coronavirus mató a más de 15.000 londinenses y estremeció los cimientos de una de las grandes ciudades del mundo. Una intensa campaña de vacunaciones hace que se anticipe una reactivación de la ciudad.
Si bien es previsible que una buena cantidad de personas sigan trabajando desde sus casas, como durante la pandemia, los planificadores urbanos dicen que no les preocupa la idea de que haya mucho espacio de oficina vacío. Más bien creen que la pandemia puede generar una necesitada renovación del sector financiero.
“El sector de oficinas no ha muerto, a juzgar por lo que estamos escuchando”, afirmó Catherine McGuinness, directora de políticas de la Corporación de la Ciudad de Londres, que administra el histórico distrito financiero.
“Los empresarios nos dicen que quieren volver a sus oficinas, pero con otra dinámica”, expresó la funcionaria. “Van a incorporar algunas de las cosas que han estado haciendo en este período”.
Fue un año como ningún otro para la City, el antiguo corazón de Londres e históricamente el sector más rico y poderoso. Se encuentra adentro de muros romanos llamados Londinium, al nombre original de la ciudad fundada en las riberas del río Támesis aproximadamente en el 50 d.C.
Un informe de enero de la alcaldía de Londres anticipa que las empresas no abandonarán la capital, pero que deberán mejorar la calidad de sus oficinas para alentar a los empleados a que regresen.
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El retorno del personal será vital para la supervivencia de negocios, restaurantes, teatros y museos. Si bien las zonas de oficinas de todas las ciudades del mundo se vaciaron durante la pandemia, Londres fue golpeada con particular dureza por la modalidad del teletrabajo porque muy poca gente vive en ese sector, comparado con Nueva York o París.
Hubert Zanier, uno de los propietarios de una cadena de restaurantes asiáticos llamada Nusa Kitchen, dice que le cuesta mantenerse a flote habiendo cerrado los seis locales que tiene en el sector financiero. Si bien está autorizado a abrir, no tendría sentido hacerlo al no haber nadie en la zona.
“Albergábamos esperanzas tras el primer confinamiento. Pero jamás pensamos que vendrían 12 meses de progresos y retrocesos, más retrocesos que progresos”, comentó.
Zanier dice que, en el mejor de los casos, espera volver a contratar al 75% del personal que tenía en el segundo semestre del año.
“Está claro que el mundo será distinto”, señaló. “Pero hay que ser optimista. De lo contrario, mejor guarda tus cosas y vete”.
Muchas empresas del Reino Unido y de otras partes del mundo dicen que volverán a sus oficinas, pero con políticas más flexibles y gente trabajando desde la casa.
Smriti Jha, directora de proyectos de un banco de inversiones, casi no pisa su oficina desde marzo del 2020. Esta madre soltera de 45 años cambió de trabajo hace poco —fue contratada tras una entrevista vía Zoom— y su nueva empresa no tiene planes por ahora para volver a la oficina. Ella dice que no extraña los viajes en trenes atestados y que le parece “un poco excesivo” tener que trabajar los cinco días en la City.
“Antes de la pandemia, eran generalmente las madres las que optaban por trabajar desde la casa”, manifestó. “Había un cierto estigma. ¿Estaríamos trabajando realmente? Pero creo que todo eso cambió ahora”.
Por ahora, constructores e inversionistas no se preocupan demasiado porque la demanda por espacio de oficinas está subiendo.
McGuinnes dijo que en los primeros tres meses del año su dependencia aprobó el equivalente al 80% de las solicitudes de espacio presentadas el año pasado.
En Bishopsgate, dos rascacielos pegados abrirán pronto y ofrecerán oficinas y numerosos servicios para atraer a los empleados.
La torre de 22 Bishopsgate, de 62 pisos, será la segunda más alta del Reino Unido, mucho más elevada que ningún otro edificio de las inmediaciones. La venden como “el primer pueblo vertical de Europa” y dispondrá de un enorme salón para comidas y de un gimnasio. El 60% de su espacio de oficinas ya está alquilado. Abrirá en el otoño, hacia fin de año.
Junto con la torre vecina de 8 Bishopsgate, ofrecerán espacio para unos 17.000 empleados.
Kevin Darvishi, director del departamento de alquileres de Stanhope, la firma que construye 8 Bishopsgate, dice que la demanda de espacio de oficinas caro será alta después de finalizada la pandemia.
“Habrá dos opciones: edificios viejos y baratos porque no podrán ofrecer lo que piden las nuevas generaciones” y las construcciones nuevas y modernas.
Las autoridades dicen que el covid-19 aceleró los planes para hacer que el sector financiero sea más atractivo y diverso, que ofrezca a la gente razones para seguir yendo a la oficina en una época en la que también se puede trabajar desde la casa.
Se planea más espacio para peatones y bicicletas. Y la ciudad quiere ver para el 2025 un aumento del 50% en la cantidad de personas que van a la City los fines de semana y por la noche.