La policía de la República Democrática del Congo (RDC) continuaba desplegándose este domingo en Goma, 24 horas después de la salida de los rebeldes del M23 de esta estratégica ciudad del este del país, pero el ataque de un campamento de desplazados puso de nuevo en evidencia la inseguridad en la que viven los civiles.
Al caer la noche, el ejército, a pesar de lo anunciado, todavía no había retomado el control de Goma, la capital de la región de Norte-Kivu, una operación que podría termina el lunes.
Geoffrey Muheesi, un ugandés que forma parte del contingente regional para comprobar la retirada de los rebeldes, dijo que el retraso fue provocado por el largo trayecto por carretera que debe recorrer el ejército.
En la noche del sábado, un campamento de desplazados situado a una decena de kilómetros de Goma, en la población de Mugunga, fue atacado, un signo de la inseguridad que sigue reinando en la zona pocas horas después de la retirada de los rebeldes.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) no señaló ningún muerto, pero sí casos de violación y saqueos durante el ataque lanzado por hombres armados no identificados.
Les rebeldes del M23, amotinados que combaten contra el ejército regular de la RDC desde hace ocho meses en la rica provincia minera del Norte-Kivu, aceptaron retirarse de Goma y de sus alrededores tras una fuerte movilización internacional, sobre todo de los países vecinos, y a cambio de una promesa de diálogo con el gobierno de Kinshasa.
Los rebeldes se comprometieron a retirarse hacia las posiciones que ocupaban antes de su reciente ofensiva sobre Goma, más al norte, en el territorio de Rutshuru.
Desde que se fueron, centenares de policías de la RDC volvieron a las calles de Goma con la misión de garantizar la seguridad.
En el campamento atacado durante la noche, los desplazados aguardaban nerviosamente a que se les distribuyera alimentos.
Según el jefe del campamento, Eraston Ngulu Ndibito, los hombres armados que atacaron el campamento tenían metralletas y lanzacohetes. Cometieron 'seis violaciones', dijo.
El M23 tomó el control de Goma y otras poblaciones cercanas el 20 de noviembre.
El movimiento está formado por exrebeldes, esencialmente tutsis congoleños, que fueron integrados al ejército regular en 2009 pero que en abril de este año se amotinaron al considerar que no se respetaron los acuerdos.
ste domingo, el portavoz del gobierno de RDC, Laurent Mende, aseguró que el presidente Joseph Kabila iba a escuchar dentro de poco 'sus quejas'.
Las conversaciones se anuncian no obstante delicadas para el gobierno, que durante mucho tiempo descartó categóricamente cualquier tipo de negociación con los rebeldes.
Como si se tratara de una señal de la tensión que reina en Kinshasa, la Radio Okapi, de difusión nacional, patrocinada por la ONU, sufrió interferencias, algo que no había ocurrido desde la apertura de la emisora hace diez años.