HOUSTON, ESTADOS UNIDOS.- La tormenta tropical Beta se detuvo el martes en la costa de Texas, inundando las calles de Houston y Galveston horas después de tocar tierra en medio de una temporada de huracanes inusualmente ajetreada.
El ojo del meteoro tocó tierra el lunes por la noche al norte de Port O’Connor, en Texas, y tiene la particularidad de ser la primera vez que una tormenta con nombre de una letra griega toca tierra en el territorio continental de Estados Unidos. Los meteorólogos se quedaron sin nombres tradicionales de tormentas la semana pasada, lo que los obligó a utilizar el alfabeto griego por segunda vez desde la década de 1950.
La mañana del martes, el vórtice de Beta estaba a 15 kilómetros (10 millas) al este-sureste de Victoria, Texas, con vientos máximos de 64 km/h (40 mph), precisó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. La tormenta se movía hacia el noroeste a unos 4 km/h (cerca de 3 mph) y se esperaba que se detenga tierra adentro sobre Texas hasta el miércoles.
El ojo del meteoro tocó tierra el lunes por la noche al norte de Port O’Connor, en Texas, y tiene la particularidad de ser la primera vez que una tormenta con nombre de una letra griega toca tierra en el territorio continental de Estados Unidos. Los meteorólogos se quedaron sin nombres tradicionales de tormentas la semana pasada, lo que los obligó a utilizar el alfabeto griego por segunda vez desde la década de 1950.
La mañana del martes, el vórtice de Beta estaba a 15 kilómetros (10 millas) al este-sureste de Victoria, Texas, con vientos máximos de 64 km/h (40 mph), precisó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. La tormenta se movía hacia el noroeste a unos 4 km/h (cerca de 3 mph) y se esperaba que se detenga tierra adentro sobre Texas hasta el miércoles.
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“Actualmente tenemos marejadas ciclónicas y lluvias en este momento”, dijo la meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional Amaryllis Cotto en Galveston, Texas.
Cotto dijo que han caído de 15 a 30 centímetros (6 a 12 pulgadas) de lluvia en la zona, con cantidades aisladas de hasta 45 centímetros (18 pulgadas). Se esperan inundaciones repentinas peligrosas hasta el miércoles, advirtió Cotto.
Beta fue la novena tormenta con nombre que llega a la costa continental estadounidense este año, igualando el récord de 1916, según Phil Klotzbach, investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado.
Se esperaba que Beta avance hacia el noreste a lo largo de la costa texana en los próximos días, debilitándose hasta convertirse en depresión para cuando llegue a la zona de Houston-Galveston el miércoles, antes de enfilar hacia Luisiana en algún punto a media semana, afirmaron los meteorólogos. Hay posibilidades de inundaciones súbitas en Arkansas y Mississippi a medida que el sistema avance tierra adentro.
Los meteorólogos advirtieron sobre fuertes lluvias el martes en la costa media y alta de Texas, lo que provocará inundaciones repentinas.
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Meteorólogos y funcionarios aseguraron a los residentes que no prevén que Beta se convierta en otro huracán Harvey o en la tormenta tropical Imelda. En 2017, Harvey dejó más de 127 centímetros (50 pulgadas) de lluvia en Houston y causó daños valorados en 125.000 millones de dólares. Imelda, que impactó en el sureste de Texas el año pasado, fue uno de los ciclones con más precipitaciones de los que se tenga registro.
Los pronósticos contemplan marejadas ciclónicas de hasta 1,2 metros (4 pies) en las áreas de Galveston y Beaumont hasta el miércoles por la mañana.
En Galveston, una ciudad isleña al sureste de Houston, algunas de las calles ya estaban anegadas por el oleaje el lunes, que también causó el colapso de parte de un popular muelle de pesca.
Más al sur de la costa de Texas, María Serrano Culpepper, junto con sus dos hijas y perros, dejaron su casa en Magnolia Beach cerca de la bahía de Matagorda el domingo por la noche.
Culpepper dijo que no quería quedar atrapada en su casa, a tres cuadras de la playa, con viento, lluvia y posiblemente sin electricidad. Ella y su familia se refugiaron en la casa de un amigo en la cercana Victoria.
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Culpepper dijo que su casa debería estar bien, ya que está erigida sobre pilotes a 4 metros (13 pies) del suelo y fue construida para resistir tormentas fuertes.
“Me siento bien ahora. Pasé dos noches sin dormir porque me preocupaba que (Beta) fuera un huracán de categoría 1. Me calmé cuando la tormenta perdió fuerza”, agregó Serrano Culpepper, que trabaja como ingeniera en una planta química cercana.
Entretanto, partes de la costa de Alabama y del Panhandle de Florida siguen recuperándose de los efectos del huracán Sally la semana pasada, que causó dos muertes.
Por su parte, el ojo del huracán Teddy estaba el martes temprano a unos 590 kilómetros (365 millas) al sur de Halifax, Nueva Escocia, con vientos máximos sostenidos de 165 km/h (105 mph). Se espera que pierda fuerza hasta convertirse en ciclón postropical antes de llegar a Nueva Escocia el miércoles.
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