Turistas mueren por supuesta intoxicación con alcohol adulterado
Nueva York, Estados Unidos
El presidente Donald Trump ordenó el miércoles construir un muro a lo largo de la frontera con México, crear nuevos centros para detener inmigrantes no autorizados y reactivar un programa federal para agilizar deportaciones.
'Hemos hablado de esto desde el comienzo', dijo Trump al firmar dos órdenes ejecutivas, sus primeras medidas migratorias desde que asumió el poder el 20 de enero.
Demócratas y activistas no demoraron en criticar los decretos, mientras que legisladores republicanos los aplaudieron.
La senadora demócrata Catherine Cortez Masto, la primera latina que llega al Senado estadounidense, criticó al jefe de estado porque 'en lugar de trabajar con ambos partidos para arreglar el sistema migratorio disfuncional, el presidente Trump decide demonizar a las comunidades latinas y crear miedo sin sentido sobre la amenaza fantasma de los inmigrantes indocumentados'.
El congresista Bob Goodlatte, presidente de la comisión judicial de la cámara baja, dijo que espera trabajar con Trump en nueva legislación 'para incrementar la seguridad fronteriza, restaurar el estado de derecho y mejorar nuestras leyes migratorias'.
Además de prometer la construcción del muro, Trump tildó durante su campaña electoral de 'criminales' y 'violadores' a los inmigrantes mexicanos e insistió en la necesidad de renegociar el tratado comercial que su país suscribió con México y Canadá.
'Construir la barrera es más que una promesa electoral. Es la primera medida, con sentido común, para asegurar la frontera', dijo el vocero Sean Spicer durante su conferencia de prensa diaria. 'Las agencias federales aplicarán las leyes migratorias sin remordimientos', agregó.
Spicer señaló que 'de una manera u otra, México pagará' por el muro, pero omitió la visita que el canciller de México, Luis Videgaray, realiza en la capital estadounidense para su primera reunión con el nuevo gobierno estadounidense. El mexicano no ha efectuado comentario sobre este tema.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quien prevé visitar la Casa Blanca el 31 de enero, ha reiterado que no pagará ningún muro fronterizo. Días atrás, Trump dijo que en un principio el proyecto será financiado con un proyecto de ley de gastos aprobado por el Congreso y a la larga México le reembolsará a Estados Unidos, aunque no ha especificado cómo garantizará que los mexicanos paguen.
Spicer explicó que la intención de la medida firmada el miércoles 'es iniciar el proyecto, lo antes posible usando fondos existentes. Luego trabajar con el Congreso en un calendario de financiamiento'.
Spicer agregó que las medidas ejecutivas ordenan reactivar Comunidades Seguras, un programa federal descontinuado por el gobierno de Barack Obama que permitía al servicio de inmigración y aduanas retener a cualquier extranjero susceptible de deportación cuando el FBI verifica los antecedentes a solicitud de las policías locales.
El decreto presidencial también ordena al nuevo secretario de seguridad nacional John Kelly identificar maneras para detener el financiamiento de fondos federales a las llamadas 'ciudades santuario', jurisdicciones que se rehúsan a cooperar con autoridades migratorias para identificar y detener a inmigrantes no autorizados.
En los siguientes días se espera que Trump tome nuevas medidas para restringir el flujo de refugiados a Estados Unidos. Los planes propuestos incluyen al menos una suspensión de cuatro meses a todas las autorizaciones de ingreso de refugiados, así como una prohibición temporal a la gente que venga de algunos países de mayoría musulmana, de acuerdo con un representante de una organización de políticas públicas que monitorea asuntos de refugiados.
El presidente Donald Trump ordenó el miércoles construir un muro a lo largo de la frontera con México, crear nuevos centros para detener inmigrantes no autorizados y reactivar un programa federal para agilizar deportaciones.
'Hemos hablado de esto desde el comienzo', dijo Trump al firmar dos órdenes ejecutivas, sus primeras medidas migratorias desde que asumió el poder el 20 de enero.
Demócratas y activistas no demoraron en criticar los decretos, mientras que legisladores republicanos los aplaudieron.
La senadora demócrata Catherine Cortez Masto, la primera latina que llega al Senado estadounidense, criticó al jefe de estado porque 'en lugar de trabajar con ambos partidos para arreglar el sistema migratorio disfuncional, el presidente Trump decide demonizar a las comunidades latinas y crear miedo sin sentido sobre la amenaza fantasma de los inmigrantes indocumentados'.
El congresista Bob Goodlatte, presidente de la comisión judicial de la cámara baja, dijo que espera trabajar con Trump en nueva legislación 'para incrementar la seguridad fronteriza, restaurar el estado de derecho y mejorar nuestras leyes migratorias'.
Además de prometer la construcción del muro, Trump tildó durante su campaña electoral de 'criminales' y 'violadores' a los inmigrantes mexicanos e insistió en la necesidad de renegociar el tratado comercial que su país suscribió con México y Canadá.
'Construir la barrera es más que una promesa electoral. Es la primera medida, con sentido común, para asegurar la frontera', dijo el vocero Sean Spicer durante su conferencia de prensa diaria. 'Las agencias federales aplicarán las leyes migratorias sin remordimientos', agregó.
Spicer señaló que 'de una manera u otra, México pagará' por el muro, pero omitió la visita que el canciller de México, Luis Videgaray, realiza en la capital estadounidense para su primera reunión con el nuevo gobierno estadounidense. El mexicano no ha efectuado comentario sobre este tema.
El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quien prevé visitar la Casa Blanca el 31 de enero, ha reiterado que no pagará ningún muro fronterizo. Días atrás, Trump dijo que en un principio el proyecto será financiado con un proyecto de ley de gastos aprobado por el Congreso y a la larga México le reembolsará a Estados Unidos, aunque no ha especificado cómo garantizará que los mexicanos paguen.
Spicer explicó que la intención de la medida firmada el miércoles 'es iniciar el proyecto, lo antes posible usando fondos existentes. Luego trabajar con el Congreso en un calendario de financiamiento'.
Spicer agregó que las medidas ejecutivas ordenan reactivar Comunidades Seguras, un programa federal descontinuado por el gobierno de Barack Obama que permitía al servicio de inmigración y aduanas retener a cualquier extranjero susceptible de deportación cuando el FBI verifica los antecedentes a solicitud de las policías locales.
El decreto presidencial también ordena al nuevo secretario de seguridad nacional John Kelly identificar maneras para detener el financiamiento de fondos federales a las llamadas 'ciudades santuario', jurisdicciones que se rehúsan a cooperar con autoridades migratorias para identificar y detener a inmigrantes no autorizados.
En los siguientes días se espera que Trump tome nuevas medidas para restringir el flujo de refugiados a Estados Unidos. Los planes propuestos incluyen al menos una suspensión de cuatro meses a todas las autorizaciones de ingreso de refugiados, así como una prohibición temporal a la gente que venga de algunos países de mayoría musulmana, de acuerdo con un representante de una organización de políticas públicas que monitorea asuntos de refugiados.