El Chauz, México
Un grupo criminal derribó el martes un helicóptero policíaco en Michoacán causando la muerte del piloto y tres policías, confirmó este miércoles el gobierno de México, en lo que constituye el segundo ataque de este tipo que sufre el país desde 2015.
El martes, las autoridades habían informado que un helicóptero oficial se había estrellado durante un operativo en la subregión conocida como Tierra Caliente, aunque sin precisar su se trataba de un accidente o de un ataque.
Este miércoles, el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, aseguró a Radio Fórmula que 'efectivamente fue derribado', y que las autoridades federales trabajan con las de Michoacán (oeste) 'en la búsqueda de los que perpetraron este atentado'.
Según las primeras investigaciones, 'un grupo (criminal) que se mueve en esa región' estaría detrás del ataque, que 'aparentemente' habría sido perpetrado con con un fusil de alta potencia Barrett calibre 50, precisó Sales.
En mayo del año pasado, el cártel Nueva Generación de Jalisco, un estado vecino de Michoacán, usó un lanzacohetes para derribar un helicóptero militar provocando la muerte de siete soldados y una policía que iban a bordo.
El ataque de Tierra Caliente, una zona azotada durante años por la violencia derivada del narcotráfico, tuvo lugar a unos tres kilómetros del poblado de El Chauz en momentos en que la violencia está resurgiendo en Michoacán.
Las autoridades acordonaron la zona, rodeada de plantaciones de limón y mango, mientras unos 150 militares y 50 policías de Michoacán fueron desplegados en la zona, constató la AFP.
Sales aseguró que las autoridades siguen 'trabajando para capturar a los responsables' y que hasta el momento detuvieron a un presunto delincuente por el caso, quien habría muerto.
'Creo que falleció', dijo.
Homicidios a la alza
Por su parte, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, indicó el martes que el 'siniestro' del helicóptero ocurrió cuando las fuerzas de seguridad efectuaban un operativo para impedir el secuestro de un agricultor del municipio de La Huacana.
Según él, fueron 'ubicados líderes de células delincuenciales, por lo que fueron desplegados elementos por tierra y por aire, para lograr su captura'.
Aureoles indicó que las fuerzas de seguridad federales realizan operativos en Michoacán desde el 30 de agosto, durante los cuales abatieron a cinco presuntos criminales y detuvieron a otros 12 presuntos.
Además, se confiscaron 12 armas largas, una granada de fragmentación, un tubo lanzagranadas, 2 lanzacohetes, 2 misiles, 3.650 cartuchos para arma larga, 94 cargadores de arma larga y 10.300 kg de marihuana y 10 kg de la droga sintética conocida como cristal, y equipo de comunicación.
Los homicidios están a la alza en Michoacán, con 678 asesinatos en los siete primeros meses del año, contra los 777 en todo 2015, según cifras oficiales, que además dan cuenta de que al menos 150 personas fueron asesinadas sólo en julio, el doble de la cifra registrada en el mismo mes del año anterior.
El ahora desmantelado cártel de Los Caballero Templarios fue el último en tener poderío en Michoacán, acaparando no sólo el mercado de las drogas y las rutas de tráfico, sino también amedrentando a pobladores y comerciantes con extorsiones, secuestros, asesinatos y violaciones.
En 2013, se erigieron grupos de milicias de autodefensa formados por lugareños armados, que después acordaron la desmovilización con el gobierno.
Michoacán fue el punto donde el expresidente Felipe Calderón (2006-2012) inició su guerra militarizada contra los capos de las drogas al enviar tropas casi inmediatamente después de asumir funciones.
El presidente Enrique Peña Nieto ha mantenido esa guerra militarizada antinarcóticos, pese a las denuncias de organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional, de que esa política detonó un espiral de violencia.
Un grupo criminal derribó el martes un helicóptero policíaco en Michoacán causando la muerte del piloto y tres policías, confirmó este miércoles el gobierno de México, en lo que constituye el segundo ataque de este tipo que sufre el país desde 2015.
El martes, las autoridades habían informado que un helicóptero oficial se había estrellado durante un operativo en la subregión conocida como Tierra Caliente, aunque sin precisar su se trataba de un accidente o de un ataque.
Este miércoles, el comisionado nacional de Seguridad, Renato Sales, aseguró a Radio Fórmula que 'efectivamente fue derribado', y que las autoridades federales trabajan con las de Michoacán (oeste) 'en la búsqueda de los que perpetraron este atentado'.
Según las primeras investigaciones, 'un grupo (criminal) que se mueve en esa región' estaría detrás del ataque, que 'aparentemente' habría sido perpetrado con con un fusil de alta potencia Barrett calibre 50, precisó Sales.
En mayo del año pasado, el cártel Nueva Generación de Jalisco, un estado vecino de Michoacán, usó un lanzacohetes para derribar un helicóptero militar provocando la muerte de siete soldados y una policía que iban a bordo.
El ataque de Tierra Caliente, una zona azotada durante años por la violencia derivada del narcotráfico, tuvo lugar a unos tres kilómetros del poblado de El Chauz en momentos en que la violencia está resurgiendo en Michoacán.
Las autoridades acordonaron la zona, rodeada de plantaciones de limón y mango, mientras unos 150 militares y 50 policías de Michoacán fueron desplegados en la zona, constató la AFP.
Sales aseguró que las autoridades siguen 'trabajando para capturar a los responsables' y que hasta el momento detuvieron a un presunto delincuente por el caso, quien habría muerto.
'Creo que falleció', dijo.
Homicidios a la alza
Por su parte, el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, indicó el martes que el 'siniestro' del helicóptero ocurrió cuando las fuerzas de seguridad efectuaban un operativo para impedir el secuestro de un agricultor del municipio de La Huacana.
Según él, fueron 'ubicados líderes de células delincuenciales, por lo que fueron desplegados elementos por tierra y por aire, para lograr su captura'.
Aureoles indicó que las fuerzas de seguridad federales realizan operativos en Michoacán desde el 30 de agosto, durante los cuales abatieron a cinco presuntos criminales y detuvieron a otros 12 presuntos.
Además, se confiscaron 12 armas largas, una granada de fragmentación, un tubo lanzagranadas, 2 lanzacohetes, 2 misiles, 3.650 cartuchos para arma larga, 94 cargadores de arma larga y 10.300 kg de marihuana y 10 kg de la droga sintética conocida como cristal, y equipo de comunicación.
Los homicidios están a la alza en Michoacán, con 678 asesinatos en los siete primeros meses del año, contra los 777 en todo 2015, según cifras oficiales, que además dan cuenta de que al menos 150 personas fueron asesinadas sólo en julio, el doble de la cifra registrada en el mismo mes del año anterior.
El ahora desmantelado cártel de Los Caballero Templarios fue el último en tener poderío en Michoacán, acaparando no sólo el mercado de las drogas y las rutas de tráfico, sino también amedrentando a pobladores y comerciantes con extorsiones, secuestros, asesinatos y violaciones.
En 2013, se erigieron grupos de milicias de autodefensa formados por lugareños armados, que después acordaron la desmovilización con el gobierno.
Michoacán fue el punto donde el expresidente Felipe Calderón (2006-2012) inició su guerra militarizada contra los capos de las drogas al enviar tropas casi inmediatamente después de asumir funciones.
El presidente Enrique Peña Nieto ha mantenido esa guerra militarizada antinarcóticos, pese a las denuncias de organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional, de que esa política detonó un espiral de violencia.