San José, Costa Rica
Nuevas erupciones del volcán Poás obligaron a las autoridades de Costa Rica a prolongar este domingo el estado de alerta en las comunidades del entorno del cráter, que continúa cerrado para las visitas.
El Poás lanzó la tarde de este domingo una columna de gases que alcanzó un kilómetro sobre el cráter, en una erupción que se extendió por 10 minutos, informó la Comisión Nacional de Emergencias.
Fue la segunda erupción del día, luego de una emanación similar en horas de la mañana que dejó una pluma de gas de 500 metros sobre el cráter.
El volcán Poás, un geiser activo con un cráter enorme 30 kms al noroeste de San José, es uno de los puntos más visitados de Costa Rica, y su cierre la semana pasada generó consternación en comerciantes de la zona que dependen de la llegada de turistas.
El coloso entró en actividad el 6 de abril y las emanaciones lanzaron gases y cenizas a ríos aledaños, utilizados para el riego y por turistas que visitan sus cataratas y se bañan en sus pozas.
La Comisión Nacional de Emergencias mantiene una alerta verde desde el jueves pasado en seis cantones vecinos del cráter, aunque no ha sido necesario suspender vuelos desde el principal aeropuerto del país, situado en la localidad cercana de Alajuela.
La alerta y el cierre de las visitas al volcán deberán mantenerse los próximos días por las señales de sismicidad que indican que las erupciones continuarán, según el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica.
En una de las erupciones, el volcán lanzó una piedra de dos metros de diámetro que cayó cerca de los senderos que suelen recorrer los turistas.
Nuevas erupciones del volcán Poás obligaron a las autoridades de Costa Rica a prolongar este domingo el estado de alerta en las comunidades del entorno del cráter, que continúa cerrado para las visitas.
El Poás lanzó la tarde de este domingo una columna de gases que alcanzó un kilómetro sobre el cráter, en una erupción que se extendió por 10 minutos, informó la Comisión Nacional de Emergencias.
Fue la segunda erupción del día, luego de una emanación similar en horas de la mañana que dejó una pluma de gas de 500 metros sobre el cráter.
El volcán Poás, un geiser activo con un cráter enorme 30 kms al noroeste de San José, es uno de los puntos más visitados de Costa Rica, y su cierre la semana pasada generó consternación en comerciantes de la zona que dependen de la llegada de turistas.
El coloso entró en actividad el 6 de abril y las emanaciones lanzaron gases y cenizas a ríos aledaños, utilizados para el riego y por turistas que visitan sus cataratas y se bañan en sus pozas.
La Comisión Nacional de Emergencias mantiene una alerta verde desde el jueves pasado en seis cantones vecinos del cráter, aunque no ha sido necesario suspender vuelos desde el principal aeropuerto del país, situado en la localidad cercana de Alajuela.
La alerta y el cierre de las visitas al volcán deberán mantenerse los próximos días por las señales de sismicidad que indican que las erupciones continuarán, según el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica.
En una de las erupciones, el volcán lanzó una piedra de dos metros de diámetro que cayó cerca de los senderos que suelen recorrer los turistas.