CARACAS, VENEZUELA.- Un total de 86 emisoras de radio han cerrado desde enero de 2022 en Venezuela por orden de la autoridad de las telecomunicaciones (Conatel) de aquel país sudámericano.
El ente estatal justificó las clausuras de las estaciones como el vencimiento de concesiones, denunció este sábado el principal sindicato de la prensa al alertar sobre una “actuación arbitraria”.
“La naturaleza de las radios que van siendo cerradas es variada, hay muchas emisoras que son cristianas, poquitas comunitarias, comerciales y musicales”, afirmó el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Prensa (SNTP), Marco Ruiz.
“Un solo caso que era netamente informativa. Nosotros no hemos podido identificar una actuación motivada para generar censura en los contenidos de las radios, no podemos decir que no ocurra, pero tampoco podemos decir que lo que está movilizando los cierres sea censura a los contenidos”, continuó.
Hasta el momento Conatel no ha ofrecido una declaración pública sobre estos cierres, que ocurren tras “una instrucción telefónica” del ente, según el SNTP.
Una investigación de esta organización revela que la autoridad reguladora “estaría alegando como causa el vencimiento de las concesiones o la extinción de las mismas” y estaría demandando “condiciones y requisitos invistables” para renovar las licencias.
Existe también una “ausencia de respuesta frente a la solicitudes de renovación y habilitación”, añade.
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Autocensura
El cierre de las emisoras afecta a 16 de los 24 estados del país, siendo Zulia (oeste) el más perjudicado con 26.
En muchos de los casos el cese de transmisiones no fue informado públicamente debido a que los dueños de las emisoras temen “represalias” o intentan negociar con la autoridad reguladora.
Según fuentes del sector, más de 80% de las televisoras y emisoras de radio ha pasado por un proceso de renovación de concesiones este año.
En Venezuela, medios críticos, nacionales e internacionales, han perdido espacios en los más de 22 años de gobiernos chavistas que denuncian una supuesta “campaña de odio” en su contra.
Televisoras nacionales e internacionales como la emblemática RCTV o CNN cesaron sus transmisiones luego que les denegaran la renovación de la concesión.
Otros medios, como el canal de noticias Globovisión o el periódico Últimas Noticias, han sido vendidos a empresarios cercanos al chavismo, mientras que diarios como el emblemático El Nacional han dejado de circular luego que se les denegara el acceso al papel.
La situación también ha provocado que los medios que se mantienen operando se “autocensuren” en muchos casos para evitar sanciones de la autoridad reguladora, especialmente cuando se tratan temas políticos.
La autoridad reguladora envía con frecuencia “exhortos” a los medios, una especie de advertencia para que no repitan ciertos contenidos, han denunciado fuentes del sector bajo reserva.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ubica a Venezuela en el último lugar del continente en cuanto a libertad de prensa, y Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha denunciado una política estatal de “hegemonía comunicacional” y “restricción de la información” en el país.
El SNTP recordó que el cierre de medios “debilita aún más las garantías para los derechos a la libertad de expresión y de información, además de que reduce los espacios para el debate público sobre temas que son de interés general”.
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