KIEV, UCRANIA.- El Parlamento ucraniano respaldó el martes una solicitud del presidente Volodimir Zelenski para destituir a la fiscal general y al jefe de la agencia de seguridad nacional, la mayor reorganización política desde la invasión rusa en febrero.
Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, abordó en Teherán con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, la exportación de grano ucraniano, bloqueado debido a la campaña militar rusa en Ucrania.
Reunidos en una sesión en Kiev, los diputados ucranianos respaldaron de forma abrumadora la decisión de Zelenski de destituir a la fiscal general, Iryna Venediktova, y al responsable de la agencia de seguridad nacional, Ivan Bakanov, dijeron en redes sociales varios legisladores presentes.
Zelenski anunció de forma sorpresiva el domingo la destitución de los dos funcionarios y anunció que se están investigando cerca de 650 casos de presunta traición, ayuda y complicidad con Rusia.
El lunes describió la reorganización de los servicios de seguridad como una “auditoría” y dijo que 28 funcionarios podrían ser despedidos.
“Diferentes niveles, diferentes direcciones. Pero los motivos son similares: rendimiento laboral insatisfactorio”, dijo Zelenski.
Venediktova, que se reunía regularmente con sus homólogos europeos y estadounidense, defendió en las redes sociales su labor, asegurando que tenía “cosas de las que estar orgullosa”.
En plena ola de sospechas por la infiltración de espías rusos, el gobernador de la región de Mikolaviv (sur), anunció el martes una recompensa de 100 dólares para los que ayuden a identificar a colaboradores de los rusos.
Encuentro en Irán
En Teherán, Putin y Erdogan se reunieron con su homólogo iraní, Ebrahim Raisi, para hablar del conflicto en Siria y de la guerra en Ucrania.
A la salida de la reunión, Putin destacó que la cumbre había sido “útil y muy instructiva”, y se habían realizado avances en las negociaciones sobre la exportación de granos gracias a “los esfuerzos de mediación” de Turquía, país miembro de la OTAN que se ofreció a mediar entre Rusia y Ucrania.
Delegaciones de Rusia y de Ucrania tienen previsto reunirse en Estambul el miércoles junto a representantes turcos y de la ONU, con la esperanza de que se anuncie un acuerdo.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, advirtió esta semana que la reanudación de las exportaciones de granos desde Ucrania es una “cuestión de vida o muerte”.
Las negociaciones buscan concretar la salida por el Mar Negro de unos 20 millones de toneladas de cereales acopiados en silos ucranianos, en particular en Odesa (sur), y facilitar la exportación rusa de granos y fertilizantes.
En un documento al que tuvo acceso el martes la AFP, la Comisión Europea propone a los Estados miembros de la Unión desbloquear algunos fondos de los bancos rusos congelados por las sanciones para ayudar a reanudar el comercio de productos agrícolas y alimentarios.
“Ganar la guerra antes de invierno”
Rusia está siguiendo una estrategia para implantarse en regiones ucranianas bajo su control de manera irreversible, con medidas como distribuir pasaportes rusos a los ciudadanos, como pudo comprobar en Melitópol (sur), en la región de Zaporiyia.
En ese sentido, Estados Unidos acusó a Rusia de instalar “apoderados y funcionarios ilegítimos en las áreas de Ucrania que están bajo su control”, para anexarse esos territorios, según dijo a los periodistas el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
Una razón por la que para Ucrania es importante ganar la guerra antes del invierno, según el jefe del gabinete de la presidencia ucraniana, Andriy Yermak.
“Tras el invierno, los rusos habrán tenido tiempo de establecerse, por lo que será más difícil”, explicó Yermak a la revista Novoie Vremia.
Además, el ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, pidió a las potencias occidentales que aumenten drásticamente el suministro de sistemas de cohetes de precisión, que implican un “cambio de juego” que podría permitir una contraofensiva.
“Estos sistemas nos permitieron destruir aproximadamente 30 centros de comando y depósitos de municiones”, aseguró en forma virtual el ministro ante el Atlantic Council, un centro de reflexión de Washington.
Bombardeos mortales en el Donbás
Siete misiles de crucero se abatieron este martes sobre el puerto de Odesa (sur), según Kiev, hiriendo a al menos seis personas, incluyendo un niño.
“Uno fue derribado por las defensas aéreas. Seis impactaron en un pueblo. Como resultado, varios edificios residenciales y otras instalaciones fueron destruidos y se incendiaron”, dijo la presidencia de Ucrania.
El ministerio de Defensa ruso afirmó que los ataques sobre Odesa habían destruido un arsenal de armas suministradas por Occidente.
Los combates más intensos siguen centrándose en la cuenca minera e industrial del Donbás, en el este de Ucrania, una zona parcialmente en controlada por separatistas prorrusos desde 2014.
Kramatorsk, una de las últimas ciudades del Donbás bajo control de Kiev, se vio alcanzada por un misil, según periodistas.
Igor Ieskov, responsable de comunicación de la alcaldía, dijo que al menos una persona murió. Un alto funcionario de la policía dijo que habían seis heridos.
El misil cayó en un pequeño jardín rodeado de bloques de apartamentos, en pleno centro de la ciudad, según los reporteros.