La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos considera utilizar otro tipo de globo aerostático de vigilancia que pueda moverse rápidamente para detectar alguna actividad ilegal, esto como parte de un plan para tener más ojos en el cielo y que haya menos cruces ilegales.
Los agentes fronterizos en Texas recientemente terminaron una prueba con duración de 30 días del globo aerostático equipado con una cámara, el cual es fabricado por Drone Aviation Holding Corp., una empresa de reciente creación que nombró al ex jefe de la Patrulla Fronteriza David Aguilar como miembro de su junta directiva en enero.
La compañía le ofreció a Aguilar una gama de opciones que podrían resultar lucrativas si obtiene más órdenes para su modelo patentado.
Los agentes también han probado drones lanzados a mano, los cuales son relativamente baratos pero tienen poca duración de batería y límites de peso. La Patrulla Fronteriza ha utilizado seis globos aerostáticos en Texas desde 2012, adquiridos del Departamento de Defensa.
El presidente Donald Trump se había comprometido a contratar 5.000 agentes fronterizos más, pero el proceso ha sido lento. Si se emplean globos y drones de manera generalizada, se necesitarán menos agentes.
El nuevo globo llamado Winch Aerostat Small Platform (WASP) aumentó el interés de la Patrulla Fronteriza específicamente para ahorrar dinero. La compañía dice que cuesta 800.000 dólares además de 350.000 dólares al año para su funcionamiento, esto dependiendo de qué tan seguido se movería.
En comparación, operar los seis globos actuales cuesta 33 millones de dólares al año, de acuerdo con el representante federal por Texas, Henry Cuellar.
La Patrulla Fronteriza dijo el jueves en respuesta a preguntas de la AP que estaba evaluando los resultados de la prueba. Anteriormente, la agencia no había hecho público que estuviera realizando pruebas, pero la AP fue informada por Aguilar, Cuellar y por el presidente del sindicato de agentes Brandon Judd.
Los agentes comenzaron a experimentar con el WASP el 21 de agosto en el puesto de la Patrulla Fronteriza en la ciudad de Rio Grande y con un equipo de respuesta móvil en el Valle del Río Grande, que es el corredor más transitado para los cruces ilegales.