TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Dos veces al año, en junio y diciembre, el mundo experimenta el solsticio, uno de los fenómenos astronómicos que marca el inicio del verano y del invierno.
Cerca del 20 de junio de cada año en el hemisferio norte comienza el verano, los días se vuelven más largos, mientras que en el hemisferio sur inicia el invierno convirtiendo las noches más largas. Lo contrario sucede en diciembre, ya que en el norte se da paso al invierno y en el sur al verano.
Las culturas antiguas sabían de la trayectoria del Sol a través del cielo, la duración de la luz del día. Y es que la ubicación del amanecer y el atardecer cambiaban de manera regular a lo largo del año.
Además, se construyeron monumentos como Stonehenge en Inglaterra y el Torreón en Machu Picchu, Perú, para seguir el progreso anual del Sol y predecir sus movimientos.
El solsticio en algunas culturas representan la fertilidad en la tierra, las Naciones Unidas reconoció este evento, así como el equinoccio, como una encarnación de la unidad del patrimonio cultural y las tradiciones, fue por ello que se decretó el 21 de junio de 2019 como el Día Internacional de la celebración del Solsticio.
Diferentes culturas celebras esta fecha como es el caso de las fiestas del fuego en los Pirineos, en la región montañosa en la frontera entre España y Francia, otro ejemplo serían los grupos escandinavos que dan la bienvenida al solsticio de verano con bailes y bebidas en un evento como midsummer.
Por su lado, los pueblos eslavos celebran el Ivana Kupala, que es llevar coronas de flores y bailar alrededor de hogueras mientras otras personas saltan sobre el fuego como para asegurar la suerte y la salud.
¿Qué es el solsticio y por qué es importante?
Solsticio proviene del latin “solstitium” que surge de la unión de las palabras “sol” (sol) y “statum” (estático) que significa “sol quieto”.
El solsticio señala el momento de la noche más larga o más corta del año, lo que implica un cambio en la estación. Durante este fenómeno natural, el eje de la tierra se inclina 23.5 grados respecto a su órbita alrededor del Sol esto provoca que el hemisferio norte “apunte” más hacia la estrella más grande del sistema solar.
Este 2024, el fenómeno astronómico tendrá lugar el 21 de junio y este día se marcará como el inicio del verano. Con este día se celebra el Día Internacional del Sol, al ser el día más largo del año, con más horas de luz y noche más corta.
La mayor importancia del solsticio y del equinoccio, que es cuando sucede todo lo contrario, es que marca el inicio de las estaciones, que en algunos países están más marcadas. Además, están relacionadas con las cosechas y los sustentos.
Fechas de los solsticios y equinoccios en el calendario
El primer solsticio del año ocurre en junio, entre el 20 y 21 de ese mes, el segundo es en diciembre, entre el 20 y 21. Este 2024 el solsticio ocurrirá el 20 de junio, por lo que se iniciará el verano y será el día más largo del año.
Mientras que el primer equinoccio se registra entre 19 y 21 de marzo en el hemisferio norte y entre el 21 y el 24 de septiembre en el hemisferio sur.
Diferencia entre solsticio y equinoccio: la explicación astronómica
Entender las diferencias entre el solsticio y equinoccio ayudará a entender por qué existen cuatro estaciones en el año.
La primavera, verano, otoño e invierno está determinado por cuatro posiciones principales en la órbita terrestre y su giro alrededor del Sol, esto se debe a que el planeta está ligeramente inclinado durante este viaje.
De no ocurrir esta ligera rotación del planeta, el sol estaría siempre sobre el ecuador y la cantidad de luz sería determinada y no habría estaciones.
Mientras que en el solsticio se da inicia al verano o al invierno,en el equinoccio el día y la noche tienen la misma duración, ya que el sol se encuentra sobre la línea del Ecuador.
Equinoccio también es una palabra que su origen es latín y proviene de la palabra aequinoctium que significa “noche igual”. Este fenómeno natural ocurre en marzo y septiembre de cada año.
Es con la llegada del equinoccio en marzo que se puede marcar el final del invierno y el principio de la primavera, y el de septiembre pone fin al verano e inicia el otoño.