Rio de Janeiro, Brasil
Reclusos de una de las prisiones más peligrosas de Brasil utilizaron explosivos para destruir un muro del penal y escapar en masa, generando una persecución frenética.
La prensa brasileña mostró imágenes del escape del sábado, que terminó con un gran agujero en la pared principal de la cárcel Frei Damiao de Bonzano en Recife, noreste de Brasil.
Entre la nube de humo y polvo y los escombros, una fila de hombres salía en ropa de civil y se perdía en las estrechas calles antes de que la policía llegara al sitio.
La justicia del estado de Pernambuco, cuya capital es Recife, precisaron que de los 40 presos que escaparon, uno sólo permanece fugitivo. Del resto, 36 fueron recapturados, dos muertos y uno hospitalizado, según el diario O Globo del domingo.
Uno de los evadidos recibió un disparo mortal luego de invadir una casa, dijo la policía a la televisión Globo.
Éste fue el segundo mayor escape en la misma área en una semana. Cincuenta y tres reclusos salieron el miércoles de la cárcel Profesor Barreto Campelo, cerca de Recife. Hasta el domingo, sólo 13 habían sido recapturados.
Los intentos de escape son frecuentes en las cárceles de Pernambuco, con la mayor población penal de Brasil. Penales diseñados para 10.500 internos tienen cerca de 32.000, según un estudio de Human Rights Watch en 2015.
Muchos prisioneros tienen que dormir en el suelo y hay tan pocos guardias que las autoridades dieron el control del día a día a internos seleccionados, que tienen llaves del interior de la prisión, indicó la prensa.
Reclusos de una de las prisiones más peligrosas de Brasil utilizaron explosivos para destruir un muro del penal y escapar en masa, generando una persecución frenética.
La prensa brasileña mostró imágenes del escape del sábado, que terminó con un gran agujero en la pared principal de la cárcel Frei Damiao de Bonzano en Recife, noreste de Brasil.
Entre la nube de humo y polvo y los escombros, una fila de hombres salía en ropa de civil y se perdía en las estrechas calles antes de que la policía llegara al sitio.
La justicia del estado de Pernambuco, cuya capital es Recife, precisaron que de los 40 presos que escaparon, uno sólo permanece fugitivo. Del resto, 36 fueron recapturados, dos muertos y uno hospitalizado, según el diario O Globo del domingo.
Uno de los evadidos recibió un disparo mortal luego de invadir una casa, dijo la policía a la televisión Globo.
Éste fue el segundo mayor escape en la misma área en una semana. Cincuenta y tres reclusos salieron el miércoles de la cárcel Profesor Barreto Campelo, cerca de Recife. Hasta el domingo, sólo 13 habían sido recapturados.
Los intentos de escape son frecuentes en las cárceles de Pernambuco, con la mayor población penal de Brasil. Penales diseñados para 10.500 internos tienen cerca de 32.000, según un estudio de Human Rights Watch en 2015.
Muchos prisioneros tienen que dormir en el suelo y hay tan pocos guardias que las autoridades dieron el control del día a día a internos seleccionados, que tienen llaves del interior de la prisión, indicó la prensa.