Ciudad de Guatemala, Guatemala
El secretario de Bienestar Social de Guatemala, Carlos Rodas, a cargo del refugio para menores en que murieron 40 jovencitas por un incendio la semana pasada, presentó este lunes la renuncia al cargo en medio de intensas críticas a su gestión.
'Luego de tres meses como titular de la Secretaría de Bienestar de la Presidencia de Guatemala, hago entrega del cargo para contribuir a la investigación objetiva de la tragedia', indicó Rodas en su carta de renuncia.
Aseguró que no dimitió antes porque estaba dedicado a tomar 'toda una serie de medidas de apoyo psicosocial, médicas, económicas y de traslados de la demás población del hogar' a otros centros.
El incendio se registró el miércoles pasado en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, ubicado 10 km al este de la capital.
Según el último balance, en el lugar del siniestro fallecieron 19 jóvenes, todas entre los 14 y los 17 años, otras once murieron en el hospital San Juan de Dios y 10 más en el hospital Roosevelt debido a la gravedad de sus heridas.
Siete de las sobrevivientes afectadas están en condición crítica y cinco fueron trasladadas a hospitales de Texas y Houston (EEUU) para que reciban tratamiento.
El sábado, cientos de guatemaltecos protestaron frente a Casa Presidencial y el Palacio Nacional de Cultura, en el centro histórico de la capital.
Los manifestantes acusaron al gobierno del presidente Jimmy Morales de negligencia y pidieron castigo para los responsables de la tragedia.
El mandatario anunció este lunes que hizo una solicitud al Buró Federal de Investigación (FBI), e instituciones internacionales para ayudar en la investigación y dar transparencia al proceso.
El albergue tenía capacidad para 400 jóvenes de ambos sexos, pero en el lugar estaban hacinados unos 800 menores.
Este centro estaba en el ojo del huracán por un largo historial de abusos sexuales y otros tipos de maltratos.
Las víctimas comenzaron a ser enterradas el viernes, aunque el Instituto de Ciencias Forenses todavía no ha entregado todos los cuerpos, ya que varios de ellos deberán ser identificados con pruebas de ADN.
El secretario de Bienestar Social de Guatemala, Carlos Rodas, a cargo del refugio para menores en que murieron 40 jovencitas por un incendio la semana pasada, presentó este lunes la renuncia al cargo en medio de intensas críticas a su gestión.
'Luego de tres meses como titular de la Secretaría de Bienestar de la Presidencia de Guatemala, hago entrega del cargo para contribuir a la investigación objetiva de la tragedia', indicó Rodas en su carta de renuncia.
Aseguró que no dimitió antes porque estaba dedicado a tomar 'toda una serie de medidas de apoyo psicosocial, médicas, económicas y de traslados de la demás población del hogar' a otros centros.
El incendio se registró el miércoles pasado en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, ubicado 10 km al este de la capital.
Según el último balance, en el lugar del siniestro fallecieron 19 jóvenes, todas entre los 14 y los 17 años, otras once murieron en el hospital San Juan de Dios y 10 más en el hospital Roosevelt debido a la gravedad de sus heridas.
Siete de las sobrevivientes afectadas están en condición crítica y cinco fueron trasladadas a hospitales de Texas y Houston (EEUU) para que reciban tratamiento.
El sábado, cientos de guatemaltecos protestaron frente a Casa Presidencial y el Palacio Nacional de Cultura, en el centro histórico de la capital.
Los manifestantes acusaron al gobierno del presidente Jimmy Morales de negligencia y pidieron castigo para los responsables de la tragedia.
El mandatario anunció este lunes que hizo una solicitud al Buró Federal de Investigación (FBI), e instituciones internacionales para ayudar en la investigación y dar transparencia al proceso.
El albergue tenía capacidad para 400 jóvenes de ambos sexos, pero en el lugar estaban hacinados unos 800 menores.
Este centro estaba en el ojo del huracán por un largo historial de abusos sexuales y otros tipos de maltratos.
Las víctimas comenzaron a ser enterradas el viernes, aunque el Instituto de Ciencias Forenses todavía no ha entregado todos los cuerpos, ya que varios de ellos deberán ser identificados con pruebas de ADN.