MOSCÚ, RUSIA.- Los servicios de seguridad rusos (FSB) acusaron el lunes a los “servicios especiales” ucranianos de haber matado a la hija de un ideólogo conocido por su cercanía con el Kremlin y quien murió en la explosión de su vehículo cerca de Moscú, informaron agencias de prensa.
El “asesinato” de Daria Duguina, hija de Alexander Duguin, “fue preparado y cometido por los servicios especiales ucranianos”, declaró el FSB en un comunicado citado por las agencias rusas.
Según la misma fuente, el coche conducido por Daria Duguina fue objeto de una trampa por parte de una mujer de nacionalidad ucraniana nacida en 1979, identificada por el FSB como Natalia Vovk, que llegó a Rusia en julio con su hija menor de edad.
De acuerdo con el FSB, entre otras cosas, esa mujer había alquilado un apartamento en el edificio donde vivía Duguina y había ido el sábado a un festival cultural en el que también estaba presente la periodista y politóloga.
El FSB asegura que la persona que puso el explosivo en el vehículo de Daria Duguina huyó después a Estonia.
Acusada ya el sábado por medios rusos que consideran que el blanco del ataque era en realidad Alexander Duguin, Ucrania negó el domingo cualquier implicación.
“Ucrania no tiene absolutamente nada que ver con la explosión (del sábado), porque no somos un Estado criminal”, dijo el consejero de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak.
En el momento de la explosión, Daria Duguina circulaba cerca de la localidad de Bolshie Viaziomy, a unos 40 km de Moscú, según las investigaciones.
La joven, nacida en 1992, “murió en el lugar” de la explosión, según un comunicado del Comité de Investigación de Rusia. La detonación se debió a un artefacto explosivo colocado debajo del vehículo, indicaron los investigadores.
El Comité de Investigación, encargado de las pesquisas penales en Rusia, abrió una investigación por “homicidio”.
Alexander Duguin, intelectual y escritor ultranacionalista, teórico del neoeurasianismo, una alianza entre Europa y Asia liderada por Rusia, está sujeto desde 2014, tras la anexión rusa de Crimea, a sanciones de la Unión Europea.
En los últimos años Ucrania prohibió varios de sus libros, en particular “Ucrania. Mi guerra. Diario geopolítico” y “Revancha euroasiática de Rusia”.
Duguin, apodado por algunos medios “el cerebro de Putin”, es a menudo presentado como cercano al presidente ruso, Vladimir Putin. Pero muchos observadores relativizaron su influencia en el Kremlin.