El senador socialista de Vermont y el exalcalde de South Bend, Indiana, 40 años más joven y desconocido hasta hace algunos meses, terminaron en New Hampshire, segunda etapa de estas elecciones primarias, a dos puntos de diferencia en favor de Sanders, que obtuvo 26% de los votos.
Los nueve candidatos aún en competencia ya tienen la mira puesta en Nevada, próxima parada de la interna demócrata el 22 de febrero. La contienda continuará en Carolina del Sur (29 de febrero), antes del 'Súper Martes' del 3 de marzo, en el que casi una quincena de estados irá a las urnas.
'Esta victoria aquí es el comienzo del fin para Donald Trump', dijo Bernie Sanders delante de un público que festejaba su triunfo.
Para sus enemigos dentro del Partido Demócrata, la marcada posición de izquierda del senador de 78 años es su principal hándicap para enfrentar a Trump.
La pregunta que se abre es quién podría defender mejor los colores centristas: ¿Buttigieg, que sueña con seguir los pasos de Barack Obama? ¿La senadora Amy Klobuchar, quien culminó en tercer lugar el martes por la noche? ¿O el millonario Michael Bloomberg, quien entró tarde a la carrera pero posee recursos para su campaña como ningún otro de sus contendientes?
Otro cachetazo para Biden
El plato que falta en ese menú es Joe Biden, durante mucho tiempo el gran favorito para quedarse con la nominación.
El exvicepresidente de Barack Obama, con medio siglo de carrera política en Washington a cuestas, recibió otro cachetazo en New Hampshire al terminar en un modesto quinto lugar, con una votación que no alcanzó el 10%.
Biden ya había quedado en cuarto lugar en los 'caucus' (asambleas ciudadanas) de Iowa, un batacazo que describió como un 'golpe en las tripas'.
Sin embargo, se mostró confiado al decir que 'la pelea no ha hecho más que comenzar' y recordó que su capacidad de generar apoyos entre los votantes negros y latinos es mayor que la de sus adversarios.
Aunque es cierto que los estados de Iowa y New Hampshire, donde predomina el voto blanco, apenas otorgan unos pocos de los 1,991 delegados que se precisan para asegurar la candidatura en la convención de julio, las primarias no son solamente una cuestión de aritmética.
Las victorias en estas primeras instancias ofrecen una exposición mediática que permite recaudar fondos clave para las siguientes etapas. Las derrotas, por el contrario, alejan a los donantes.
Otra favorita, la senadora progresista Elizabeth Warren, busca, al igual que Biden, proyectarse más allá de New Hampshire y captar votos perfilándose como la candidata de la unidad, pero los resultados parecen indicar que perdió el ímpetu del inicio de su campaña.
Por otra parte, Amy Klobuchar, de 59 años, apuesta a conquistar la región que los demócratas deben seducir si pretenden derrotar a Donald Trump: el Medio Oeste rural y obrero, que inclinó la balanza hacia Trump en 2016.
Trump, analista burlón
Desde la Casa Blanca, Donald Trump, quien no tiene rivales de peso en las primarias republicanas, comenta el desarrollo de la interna demócrata a través de Twitter.
Fiel a su estilo provocador, ataca, ironiza y destaca lo que considera bueno o malo.
'Elizabeth Warren, a quien algunas veces se refieren como Pocahontas, está teniendo una noche realmente mala', escribió Trump, quien sugirió que su llamado a la unidad es una forma de tirar la toalla en la contienda, para 'irse a su casa, a tomar una 'buena y fría cerveza' con su marido', escribió el presidente.
Trump se refirió al resultado de Buttigieg como 'muy interesante' y también se burló de Michael Bloomberg, a quien llama 'Mini Mike', subrayando su mala votación.
'Muchos demócratas abandonan esta noche, IQ (coeficiente intelectual) político muy bajo', tuiteó.
Andrew Yang, un empresario de 45 años que se ha dado a conocer por su propuesta de instaurar un ingreso básico universal, y el senador Michael Bennet, anunciaron que se retiran de la competencia tras conocerse los resultados.