El primer balance daba cuenta de cinco muertes, pero los bomberos incluyeron una sexta víctima en su último comunicado. Además, al menos 80 personas debieron abandonar sus viviendas.
Las víctimas eran residentes de dos ciudades de unos 15.000 habitantes, Iconha (tres muertos) y Alfredo Chaves (otros tres), ubicadas en zonas rurales.
En Alfredo Chaves, dos personas mayores murieron después de ser enterradas por el barro en su casa, tras un deslizamiento de tierra. En esta ciudad cayeron unos 250 mm de agua en 24 horas, el equivalente a las precipitaciones habituales en todo el mes de enero.
Imágenes que circulan en las redes sociales muestran calles totalmente inundadas y automóviles arrastrados por la corriente.
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En un video, se puede ver el agua marrón a la altura del techo de una estación de servicio.
El daño material fue considerable y algunos residentes quedaron aislados porque los puentes se derrumbaron por la fuerza del agua.
El alcalde de Iconha dijo al periódico local A Gazeta que 'casi el 100% de los comercios' habían sido destruidos por las inundaciones.
El gobernador del estado de Espirito Santo viajó a Iconha en la mañana del sábado y se comprometió a llevar ayuda a las poblaciones damnificadas.
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