'Ningún prisionero de Guantánamo ha sido vacunado', dijo en Twitter el portavoz del Pentágono, John Kirby.
'Estamos suspendiendo el plan, mientras revisamos los protocolos. Seguimos comprometidos con nuestras obligaciones de proteger a nuestras tropas', añadió.
La base de la marina estadounidense en Guantánamo, Cuba, alberga a detenidos en la 'guerra contra el terrorismo', incluyendo Jalid Cheij Mohamed, uno de los líderes de Al Qaida y presunto cerebro detrás de los ataques del 11 de septiembre de 2001.
La prisión militar alberga a otros cuarenta detenidos, incluyendo 26 considerados demasiado peligrosos para ser liberados, pero los procedimientos legales se eternizan debido a la complejidad de sus casos.
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El Departamento de Defensa anunció en la semana a medios estadounidense que ofrecería vacunas a sus detenidos, para ser administradas 'de manera voluntaria'.
Legisladores estadounidenses pronto se declararon indignados, incluyendo el líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
'El presidente Biden nos dijo que tendría un plan para derrotar al virus desde el primer día. Lo que nunca nos dijo es que sería entregarle vacunas a terroristas antes que a la mayoría de los estadounidenses', dijo en Twitter.
La congresista Elise Stefanik añadió: 'Es inexcusable y antiestadounidense que el presidente Biden elija priorizar las vacunaciones para terroristas convictos en Guantánamo antes de estadounidenses mayores y veteranos'.
Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia, en términos absolutos, con 436,000 muertes y cerca de 26 millones de casos.
El presidente Joe Biden promete vacunar a 100 millones de estadounidenses en sus primeros 100 días, pero hasta el momento el plan de inmunización enfrenta diferentes obstáculos incluyendo una escasez de vacunas y dificultades técnicas.
Según las autoridades, de las 50 millones de dosis distribuidas en el país, menos de 30 millones se han inyectado.