La elevación a juicio alcanzó también a seis argentinos que integraban una narcobanda dedicada a negocios inmobiliarios en los que se blanqueaba dinero del tráfico de estupefacientes, indicaron a la prensa local fuentes del juzgado federal número tres de Morón, en la periferia oeste de Buenos Aires.
María Isabel Santos Caballero, viuda del jefe narco abatido por fuerzas de seguridad en 1993, y su hijo Juan Sebastián Marroquín buscaron refugio en Argentina y se habían radicado en un barrio privado de la periferia norte.
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A Serna se lo acusa de ser cómplice de un empresario colombiano extraditado a Estados Unidos, José Bayron Piedrahita Ceballos, hombre vinculado al cártel de Medellín que aceptó colaborar con la justicia estadounidense a cambio de una reducción de la pena.
La fiscalía acusa al grupo de 'integrar una asociación criminal de corte internacional que operó en el territorio argentino desde al menos 2008, fecha en la que se detectaron las primeras inyecciones de fondos, hasta el 29 de septiembre de 2017', según la orden de enjuiciamiento.
Las operatorias de lavado detectadas por los investigadores suman al menos unos tres millones de dólares, señalaron las fuentes.