Aumento de feminicidios despierta la furia de mujeres en África
El movimiento también ha generado una reacción negativa, particularmente en línea, de hombres que argumentan que la ropa o las decisiones de una mujer justifican el abuso
Una fotografía de Grace Wangari Thuiya, una estilista de 24 años que la policía dice fue agredida y asesinada a puñaladas por su novio en Nairobi, Kenia, en enero.
Por Abdi Latif Dahir/ The New York Times
MURANG’A, Kenia — Una ola de espantosos asesinatos de mujeres en varios países africanos en las últimas semanas ha despertado indignación, desencadenado protestas y precipitado llamados a los gobiernos para que tomen medidas decisivas contra la violencia de género.
Los kenianos quedaron conmocionados cuando 31 mujeres fueron asesinadas en enero tras ser golpeadas, estranguladas o decapitadas, dijeron activistas y la policía. En Somalia, una mujer embarazada murió en febrero después de que su marido presuntamente le prendió fuego. En Camerún, un poderoso hombre de negocios fue arrestado en enero bajo acusaciones, que él ha negado, de maltratar a docenas de mujeres.
El aumento en los asesinatos es parte de un patrón más amplio que empeoró durante tiempos económicos difíciles y confinamientos pandémicos, dicen activistas de derechos humanos. Se estima que en 2022 se registraron en África 20 mil asesinatos de mujeres por motivos de género, la tasa más alta del mundo, de acuerdo con las Naciones Unidas.
“El problema es la normalización de la violencia de género y la retórica de que, sí, las mujeres son desechables”, dijo Njeri wa Migwi, cofundadora de Usikimye —”No guardes silencio”, en suajili— una organización keniana sin fines de lucro que trabaja con víctimas de violencia de género.
La académica feminista Diana Russell popularizó el término feminicidio —el asesinato de mujeres o niñas por su género— para crear una categoría que lo distinga de otros homicidios. De acuerdo con un informe de la ONU, los asesinatos suelen ser cometidos por parejas masculinas o familiares cercanos y son precedidos de abusos físicos, emocionales y sexuales.
Los detractores dicen que muchos líderes africanos, al igual que la policía, ignoran o minimizan el problema, o incluso culpan a las víctimas.
Una tarde reciente, Migwi dirigía una sesión de capacitación para niñas y mujeres cuando de repente la llamaron a una casa cercana. Jacinta Ayuma, jornalera y madre de dos hijos, yacía sin vida, con hematomas ensangrentados. La policía dijo que fue asesinada por su pareja, que había huido. Tres vecinos dijeron que habían escuchado a alguien gritar pidiendo ayuda durante la noche. Pero dijeron que no intervinieron ni llamaron a la policía porque los sonidos de golpes y angustia eran comunes y lo consideraban un asunto privado.
Migwi dijo haber visto demasiados casos similares. “Hay una impotencia que viene con todo esto”, dijo.
Para coincidir con el Día de San Valentín, el 14 de febrero, activistas por los derechos de las mujeres en Kenia organizaron una vigilia que llamaron “Valentín Oscuro” en la capital de Nairobi para honrar a las mujeres asesinadas. Al menos 500 mujeres han sido víctimas de feminicidio en Kenia entre el 2016 y el 2023, de acuerdo con un informe reciente de Africa Data Hub, un grupo de organizaciones de datos que analizaron casos reportados en los medios de comunicación de Kenia.
Unas 300 personas vistiendo camisetas negras agitaron rosas rojas, encendieron velas rojas y guardaron un minuto de silencio.
Entre las mujeres cuyos nombres se leyeron en la vigilia se encontraba Grace Wangari Thuiya, una estilista de 24 años que fue asesinada en Nairobi en enero. Dos días antes de su muerte, Thuiya visitó a su madre, al noreste de Nairobi. Durante la visita, su madre, Susan Wairimu Thuiya, dijo que habían hablado de una estudiante universitaria de 20 años que fue desmembrada apenas unos días antes.
Thuiya advirtió a su hija, a quien describió como ambiciosa y jovial, que tuviera cuidado al elegir con quién salir.
Dos días después, la policía llamó a Thuiya para informarle que su hija había muerto después de que su novio la agredió y apuñaló repetidamente. Thuiya dijo que su hija nunca había revelado que estaba saliendo con alguien. La policía dijo que arrestó a un hombre en el departamento donde murió Grace Thuiya.
“Todo esto es una pesadilla de la que quiero despertar”, dijo Thuiya. El asesinato de Grace Thuiya, entre otros, desató protestas en toda Kenia a finales de enero.
El movimiento también ha generado una reacción negativa, particularmente en línea, de hombres que argumentan que la ropa o las decisiones de una mujer justifican el abuso.
Por ahora, los asesinatos siguen dejando una estela de devastación.
Una tarde reciente, Thuiya, la madre de Grace, estaba sentada abrazando a sus dos nietas, Keisha, de 5 años, y Milan, de 22 meses. Dijo que Keisha creía que su madre subió “al cielo” y preguntó si podía conseguir una escalera para seguirla.
“Fue muy doloroso”, dijo Thuiya. “Sólo quiero justicia para mi hija”.
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