Bajan límite de velocidad en la tierra de Ferrari
Debido a que el nuevo límite era “difícil de mantener” y terminaría por disuadir a la gente de visitar Bolonia porque el riesgo de recibir una multa era muy alto
Los críticos del nuevo límite de velocidad de 30 kph en Bolonia dicen que el tráfico se ha paralizado.
Por Elisabetta Povoledo/ The New York Times
BOLONIA, Italia — Cuando Bolonia impuso un límite de velocidad de 30 kilómetros por hora, Luca Mazzoli, un taxista, colocó un rótulo en su taxi advirtiendo a los pasajeros del cambio. Tenía que hacerlo, dijo malhumorado, “para explicar por qué manejo tan despacio”.
Desde que el límite entró en vigor a mediados de enero, a Mazzoli le ha tomado más tiempo llegar del punto A al punto B, dijo, lo que significa que ha recogido menos pasajeros y se ha visto atorado en el tráfico.
Los detractores de la medida dicen que Bolonia corre el riesgo de inmovilizarse desde que se convirtió en la primera ciudad italiana importante en unirse a un creciente grupo de municipios, entre ellos Amsterdam; Bilbao, España; Bruselas; y Lyon, Francia, que han reducido los límites de velocidad de 50 kilómetros por hora, creyendo que esto conducirá a ciudades más habitables.
Matteo Lepore, el Alcalde de Bolonia, incluyó el nuevo límite de velocidad en sus promesas de campaña en el 2021. “Conducir a 30 kilómetros por hora es parte de una visión de un uso más democrático y más sostenible del espacio público”, donde los barrios anteponen a los niños y a las personas mayores, y las inversiones favorecen los carriles para bicicletas y el transporte público para avanzar hacia la neutralidad de carbono.
Añadió que velocidades más lentas provocan menos muertes.
Pero Bolonia es la capital de una región que es hogar de los fabricantes de algunos de los automóviles más rápidos del mundo, incluyendo Ferrari, Lamborghini y Pagani. Una petición para celebrar un referéndum sobre el nuevo límite ha acumulado más de 53 mil firmas.
La petición fue iniciada por Guendalina Furini, una estudiante en la Universidad de Bolonia a la que le preocupaba que su traslado de 40 kilómetros le llevara mucho más tiempo. Dijo que el nuevo límite era “difícil de mantener” y terminaría por disuadir a la gente de visitar Bolonia porque el riesgo de recibir una multa era muy alto.
Otros dijeron que el verdadero riesgo para la seguridad era tener que prestar atención al límite de velocidad en el tablero, lo que significaba que los ojos no estaban en el camino.
Conducir al nuevo límite de velocidad, dijo Giorgio Gorza, quien encabeza un grupo de ciudadanos que ha organizado protestas, “es como estar inmóvil, y nadie toma un auto si vas a quedarte inmóvil, si toma más tiempo que caminar. Es ilógico”.
En el 2021, Olbia, en Cerdeña, se convirtió en la primera ciudad italiana en fijar un límite de 30 kilómetros por hora. Las reacciones fueron duras allí también, recordó el Alcalde, Settimo Nizzi. Durante meses, se trabajó con los residentes para exaltar los beneficios de una Ciudad más amigable para peatones y bicicletas, dijo Nizzi.
Caminar “es mucho mejor para uno”, señaló, y ahora la gente en Olbia “es más feliz”.
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